Año CXXXIV
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Rosario,
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Microimplante capilar, más allá de la estética

Silvia Lo Presti

Más allá de cuestiones estéticas, la pérdida del cabello en hombres y mujeres afecta la identidad, y por ende, la vida de relación. En el marco de los avances en medicina de los últimos años, el microimplante capilar surgió como una técnica quirúrgica que revolucionó el tratamiento de la calvicie.
El método se basa en exitosos resultados de investigaciones histoquímicas que demostraron la presencia de receptores hormonales en el cabello, causantes de la pérdida del cabello. Con esta base científica y técnicas quirúrgicas de precisión comparables a la microcirugía (realizadas por especialistas en cirugía plástica), permite ofrecer una solución a la calvicie.
"La indicación del tratamiento depende de la edad, sexo, perfil psicológico y características de la región dadora y receptora", dijo el doctor Carlos Aliseri, especialista en cirugía plástica. El procedimiento requiere de la intervención de varios profesionales que trabajan interrelacionados, entre los que se cuentan cirujanos plásticos, endocrinólogos, dermatólogos e histopatólogos.
Aun cuando la técnica quirúrgica surgió en Argentina hace diez años, en Rosario, durante la década del 60, tres profesionales de la Facultad de Medicina de Rosario diseñaron un estudio clínico del cabello denominado tricograma que, con el tiempo, se convertiría en una valiosa herramienta en la indicación del implante capilar.

Estudio del ciclo
"En los años 60, en la Facultad de Medicina de Rosario, los dermatólogos Ignacio Astore y Vicente Pecoraro, junto al titular de la cátedra de Física, Julio Barman, delinearon un estudio clínico del cabello (tricograma) que alcanzó notoriedad internacional a través de su publicación en revistas científicas. El tricograma analiza el cabello en profundidad, evaluando volumen, calidad, grosor y vitalidad. Con el advenimiento del microimplante capilar este estudio adquiere un valor fundamental para establecer si el cabello reúne las características para ser trasplantado", agregó el especialista. El estudio consiste en la extracción de cabello de distintas zonas por parte del dermatólogo para analizar el ciclo vital. "El cabello tiene un ciclo vinculado con su desarrollo, mediante el tricograma es posible ver en qué instancia del proceso se encuentra", apunta Aliseri.

Hormonas masculinas
Además del estudio clínico del cabello previo a la cirugía se analiza también si la calvicie obedece a causas androgénicas (existe un factor hereditario que predispone en el hombre un receptor hormonal condicionante del debilitamiento del cabello). "En el hombre la calvicie tiene una localización focalizada (frontal y temporal), mientras que en la mujer abarca diferentes zonas del cráneo", apunta el especialista. También se evalúa la intervención según la edad y condición física del paciente. Otro factor a tener en cuenta es la herencia, que incide casi en el 100% de los casos.
En el implante, previamente se extrae una porción de tejido con cabello de la zona dadora (entre 10 y 12 centímetros de largo por 2 cm. de ancho). El cabello extraído se clasifica para luego, mediante microcirugía, insertar el folículo piloso que posibilita la continuidad del ciclo vital en ese lugar. "El procedimiento de la siembra de cabello desde la zona dadora a la receptora puede prolongarse entre dos y tres horas, se utiliza anestesia local y no requiere de cuidados especiales luego de la cirugía", agrega. El procedimiento es factible únicamente en pacientes con cabello en la zona dadora.
"Los resultados del microimplante comienzan a notarse recién entre los primeros 6 y 8 meses luego de la intervención porque al principio el cabello se estresa y se cae, hasta que finalmente recupera la vitalidad y reinicia el ciclo vital de crecimiento", aseguró.
Finalmente Aliseri dijo que la técnica cuenta con el aval científico de la medicina, mientras que otros procedimientos, como el masaje, entre otros, "carecen de fundamento y generan mayor escepticismo porque fracasan".


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