Año CXXXIV
 Nº 49.000
Rosario,
miércoles  17 de
enero de 2001
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Consentimiento informado
La comunicación previa al acto médico abarca también los riesgos y precauciones

El consentimiento informado es una de las más importantes doctrinas que gobiernan la conducta profesional; está basado en el derecho humano básico de la no coerción institucional. En medicina el enfermo es informado acerca del procedimiento al cual va a ser sometido y al que deberá brindar su consentimiento.
Este proceso abarca la explicación de la intervención con sus riesgos y alternativas posibles, su comprensión y su aceptación. Sin embargo, a pesar de los requerimientos y precauciones, algunas veces los pacientes aducen no recibir información suficiente para tomar decisiones informadas.
Estos reclamos no sólo conducen a cargos por mala práctica, también. lo que es más importante, a sentimientos de desconfianza entre los profesionales médicos y la población causados, en la mayoría de los casos, por una comunicación ineficiente.
Se asume la representación de una persona cuando a un individuo se le brinda el derecho legal de tomar decisiones en nombre de otra incapacitada para hacerlo. Por ende, un padre que decide por su hijo lo hace en carácter de representante.
La presente experiencia publicada en la revista Salud y Ciencia, de la Sociedad Iberoamericana de Información Científica, fue diseñada para investigar los problemas inherentes a la comunicación entre los cirujanos y los padres o representantes en la esfera del consentimiento informado.
Participaron de la experiencia 17 padres o responsables legales de níños sometidos a cirugía en un hospital pediátrico de Montreal, Canadá, y 5 cirujanos pediátricos de la misma institución cuya experiencia profesional variaba entre los 6 y 32 años.
Todas las especialidades quirúrgicas, excepto urología, estuvieron representadas con la inclusión de procedimientos programados y de urgencia. Con el consentimiento de los representantes, los cirujanos grabaron las entrevistas en las que se explicaban los procedimientos quirúrgicos que habían sido clasificados en: sólo cirugía, cirugía con una descripción general y cirugía con explicación precisa.
Los médicos y los responsables legales fueron sometidos a una entrevista semiestructurada antes de la cirugía, y entre 2 y 4 semanas luego de la intervención.
Las preguntas fueron formuladas para detectar las complejidades que influyen en el proceso de comunicación entre estos interlocutores. Los beneficios percibidos por los representantes fueron categorizados como psicológicos, físicos, financieros o combinados.
Ninguna de las variables demográficas influyó en las percepciones de los representantes y tampoco afectó el modo en que los profesionales interactuaron con ellos. Sólo 3 sujetos recordaron que el cirujano se había extendido en cuestiones específicas del procedimiento durante la entrevista; y 7 de los 14 restantes que habría una intervención quirúrgica.
Sólo 4 de las 15 díadas disponibles de representante y médico coincidieron en su percepción en relación con la profundidad de los detalles. Tres personas advirtieron que la cirugía pondría en peligro la vida de paciente, aunque uno de ellos no estaba seguro.
Los cirujanos clasificaron tres casos como de alto riesgo de los cuales uno presentaba peligro de muerte. Dos representantes no recordaron lo que se les había informado respecto de las ventajas y resultados esperados y quince personas consideraron que algunos de los beneficios físicos fueron omitidos.
En 15 casos, los cirujanos opinaron que algunos, tal vez, no habían sido correctamente comunicados. Catorce representantes declararon comprender la información, cuestión que los profesionales percibieron. En 13 casos, los médicos consideraron que sus interlocutores entendieron la explicación basándose en los comentarios y preguntas que les habían efectuado.
Quince individuos estimaron que fueron tratados como iguales en el intercambio; un sujeto consideró que esto no había sucedido y otro no estaba seguro.
Todos los responsables legales estuvieron de acuerdo con la cirugía propuesta, sin embargo hubo diferencias con respecto a los motivos. Por ejemplo, algunos dieron razones asociadas con el cirujano y otros utilizaron información proveniente de otras fuentes.
Los resultados no sólo demostraron la importancia de la comunicación entre el representante de un paciente pediátrico y el cirujano, sino la forma en que las variables psicológicas de arribos influyen en la cantidad de información suministrada y la manera en que es recibida.


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