A partir de mañana (por hoy) vamos a entrenar y a concentrar en Ricardone". Las palabras de Jorge Ribolzi sonaron como una orden y con firmeza cuando el técnico les comunicó a los cronistas la decisión que había adoptado tras algunos días de meditación. Y esto parecía ser la novedad más saliente del día. Pero en realidad era sólo el principio a una situación que día a día se torna cada vez más problemática, porque los jugadores dijeron "no" a la concentración.
La calurosa y agobiante jornada aparecía como tranquila. Pero claro, era sólo una apariencia. Porque tras la práctica y cuando la tarde se convertía en noche el Ruso volvió al diálogo y dijo: "La definición es que para mañana (por hoy) a las 8.30 cité al plantel para entrenar con concentración en Ricardone. Los que quieran venir que vengan y los que no...".
"La situación la definí yo y punto. No hay retroceso de nada. Uno intenta de que funcione todo, pero llega un momento en que los huevos se inflan. Y cuando se inflan...", vociferó el técnico con una bronca indisimulable, tan es así que en ese mismo momento trató de dejar atrás a los periodistas y comenzó a caminar para dirigirse rápidamente hacia el vestuario de Bella Vista.
Y durante ese trayecto, el técnico expresó: "Soy un tipo abierto al diálogo, entiendo algunas cosas, pero también digo cuando hay un camino equivocado. Pero la medida la tomé, aunque en realidad no es ninguna medida. Esto es una pretemporada, donde dimos varios días de ventaja". "El reclamo económico va a estar siempre y las medidas que sean correctas se tomarán. Las que no... Yo no puedo estar con una medida que no te lleva a nada", agregó justificando que de esta manera sus dirigidos no podrán alcanzar la preparación necesaria para un torneo competitivo, donde la intención de Newell's es ser protagonista.
Claro que esta vez no hubo consenso entre cuerpo técnico y plantel. En esta ocasión la orden de Ribolzi fue clara. Por eso, con vehemencia, justificó: "Se lo comuniqué a los jugadores y listo. No tengo que pedir explicaciones".
Decisión no compartida
Las declaraciones de Ribolzi las hizo ni bien finalizó el entrenamiento vespertino. Y lo comunicado no cayó para nada bien en el plantel rojinegro, que se internó en el vestuario y luego de varios minutos de deliberaciones resolvió no acatar la orden impartida por el técnico.
Como era de esperar, cuando conoció la respuesta de los futbolistas el Ruso se subió a su cuatro por cuatro y tras saludar como siempre a los presentes abandonó raudamente el complejo acompañado del Pipa Higuaín y el preparador físico Marcelo Oyarzún con una calentura indescriptible.
Un nuevo capítulo comenzó a escribirse. Aquella buena relación que pareció llegar a su punto máximo con el apoyo del Ruso a los jugadores de no ir a la pretemporada a Mar del Plata parece haberse desvanecido con la negativa a concentrar.
El conflicto se acrecienta. La relación cuerpo técnico-jugadores está a punto de cortarse. Ya no es la misma. Y cuando esto ocurre, algo puede suceder. Las próximas horas serán testigos de eso.