Los argentinos -unos 37 millones, según se estima- serán censados en octubre próximo y ese relevamiento no sólo servirá para saber el número exacto de habitantes del país, sino para establecer fehacientemente datos sobre índice de empleo, vivienda, educación y migración. En esta oportunidad, la encuesta apuntará también a precisar la situación de pueblos aborígenes, discapacitados y la penetración de la informática en los hogares.
Alejandro Giusti, director nacional de Estadísticas Sociales y de Población del Indec escribió un artículo en la revista de la Cámara Argentina de Comercio donde informó que el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas, que tendrá lugar el sábado 27 y el domingo 28 de octubre, será efectuado por una cantidad de censistas que oscilará entre las 300 mil a 500 mil personas.
La cantidad definitiva de censistas -calculada en 470 mil personas- dependerá de los recursos económicos con los que se cuente para efectuar el relevamiento y esta tarea recaerá, como es habitual, en docentes. En el último censo, de 1991 participaron 500 mil censistas. Los censistas serán previamente capacitados y para esta tarea se contará con la colaboración de las Direcciones Provinciales de Estadísticas de todo el país, según indicaron fuentes del Indec.
Según Giusti el área asignada del territorio nacional para recabar datos es de cuatro millones de kilómetros cuadrados y los censistas registrarán en sus formularios, llamados cédulas censales, información acerca de la migración interna y el nivel de estudio de la población.
También se investigará acerca de el número de hijos de la familia, datos sobre el empleo, si es cumplido de manera formal o precaria, edad de la población y comodidades de la vivienda en que se habita.
¿A quién no podría interesarle contar con información para que nuestros gobernantes -a quienes exigimos justicia y equidad-, puedan planificar políticas efectivas de desarrollo social?, se preguntó Giusti. ¿A quién no podría interesarle saber de nuestras diferencias y semejanzas? Los datos relevados en los primeros censos dieron cuenta de la gran diversidad de colectividades que poblaron el país y los censos posteriores nos permitieron confirmar esa composición heterogénea de la población, que comenzó a delinearse con la llegada de nuestros abuelos extranjeros y que sigue vigente en la actualidad, indicó.
Aunque una vez efectuado el censo seguramente se podrá contar al poco tiempo con datos provisorios, habrá que esperar un poco para que se procesen las cédulas censales de los 37 millones de argentinos -proyectados en el 2000-. En el censo anterior, la primera publicación de los resultados fue dada a conocer en 1992.
Sistema de lectura rápida
Sin embargo, para esta vez se prometió que los resultados principales del relevamiento se difundirán a partir del 30 de noviembre con un sistema de lectura más rápido que en censos anteriores. Los censos oficiales realizados en la Argentina fueron en los años 1869, 1895, 1914, 1947, 1960, 1970, 1980 y 1991.
En el Indec se indicó que existe una recomendación internacional de las Naciones Unidas para que los países realicen censos cada 10 años, en años terminados en cero, para que los datos obtenidos sean comparables con los de otras naciones. El censo nacional que se debía efectuar en el 2000 no se realizó por temas presupuestarios. Es la segunda postergación temporal consecutiva en las dos últimas décadas, debido a que en 1990 debió pasarse a 1991, también por problemas presupuestarios.
En diciembre pasado el director del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), Osvaldo Kacef, dijo que el presupuesto asignado del Indec para el censo es de 52 millones de pesos, pero se podría llegar a los 60 millones.
La Ciudad
