Venado Tuerto. - De acuerdo a proyecciones realizadas por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), para el próximo censo el departamento General López tendrá aproximadamente 186 mil habitantes, es decir, casi trece mil personas más que la cifra que arrojó el último sondeo nacional, realizado en 1991. De las cuatro que tiene el departamento la que más creció fue Venado Tuerto. En principio se observa que los nuevos pobladores que deciden vivir a la región prefieren este lugar a las otras alternativas y, además, que mucha gente que vive en pueblos pequeños está optando por radicarse en la gran ciudad de la zona.
Entre los centros urbanos que más decrecieron en su población están San Francisco, Chapuy, La Chispa, Lazzarino, Aarón Castellanos y Miguel Torres.
De las 31 localidades del departamento sólo trece tienen pronosticada una verificación del crecimiento en cuanto a su población. Un solo pueblo del sur, Amenábar, mantiene su población estable, mientras las 17 restantes mermaron considerablemente su caudal de habitantes respecto del último censo.
A la vanguardia del crecimiento poblacional en la zona está Venado Tuerto, que oficialmente tendrá alrededor de 70 mil almas para este año, lo que significa un aumento de más de diez mil personas. No obstante, algunos urbanistas locales sostienen a la hora de hacer un análisis que la población real excede largamente las 80 mil personas.
Hay mucha gente que vive en Venado Tuerto y todavía no realizó el cambio de domicilio por tratarse de personas que vienen desde lugares cercanos, dijo el titular de la cartera social del municipio, José Freyre, quien al mismo tiempo admitió que también hay muchas personas que vienen por un tiempo a probar suerte en el trabajo y luego tienen necesidad de retornar a su lugar de origen.
De todos modos, si se tiene en cuenta que la población total del departamento creció en algo más de 10 mil habitantes y que Venado Tuerto solo alcanzó casi esa misma cifra en su crecimiento, es lógico pensar que la mayoría de los traslados en el sur de la provincia tuvieron a esta ciudad como epicentro de las preferencias.
Una esmeralda atractiva
A prima facie, uno de los motivos que surge como elemento a tener en cuenta a la hora de elucubrar hipótesis en torno al desplazamiento humano hacia otras urbes es la falta de expectativas laborales, o de desarrollo en sus lugares de origen. No en vano Venado Tuerto, la más grande del sur santafecino, es la que se lleva las preferencias de la zona.
La falta de rentabilidad en el sector agropecuario, a pesar de que para este año está pronosticada una situación más alentadora para el campo, hizo que muchos habitantes de pueblos pequeños se decidieran por probar suerte en la reconocida esmeralda del sur.
Además, Venado Tuerto garantiza al menos aspectos sanitarios, algo que otras localidades, sobre todo las más chicas, no brindan. Un caso notorio se dio en Chovet, cuando un vecino que sufrió una descompostura terminó siendo atendido por un preso de la comisaría local por no haber guardias médicas que garantizaran un mínimo de atención a los pobladores.
Casos patéticos
Por otra parte, se nota una marcada disminución de habitantes en las poblaciones pequeñas , principalmente en las que no alcanzan las mil personas. Tal es el caso de Miguel Torres, Chapuy, San Francisco, La Chispa, Lazzarino o Aarón Castellanos, que han disminuido en porcentajes muy grandes en su población.
El caso de Aarón Castellanos es patético: en 1991 tenía 480 habitantes y las proyecciones para el próximo censo indican que tendrá 345, es decir, cerca del treinta por ciento menos de su población. En Chapuy el descenso es también notorio ya que de 630 habitantes que tenía diez años atrás ahora estaría en 580.
En la Chispa la disminución de su población se hizo notar ya que en 1991 vivían 518 personas y este año las proyecciones indican que no van a superar las 420. En Miguel Torres había 514 y para el próximo relevamiento se prevé que la población no superará 465. Otro caso similar es el de Lazzarino que de 570 va a pasar a 517.
Murphy excepcional
Un caso atípico en esta regla de crecimiento demográfico es Murphy. Siempre se dijo que los pueblos cercanos a ciudades importantes estaban condenados a funcionar como satélites. Sin embargo, Murphy aparece como la única población próxima a Venado Tuerto que creció notoriamente en su población. De las 3.500 personas que vivían allí en 1991, actualmente su población se estima en el orden de las cuatro mil. En cambio, otras localidades cercanas a Venado Tuerto, como San Eduardo, Maggiolo o San Francisco, decrecieron en forma sistemática y a lo largo de los últimos diez años, con lo cual queda demostrado que Murphy es la excepción que confirma la regla.