Santiago. - El gobierno chileno negó denuncias del juez Juan Guzmán Tapia sobre presiones para que se beneficie a Augusto Pinochet, en tanto que la querella solicitó al magistrado que el interrogatorio al ex dictador se realice mañana. Cuando el gobierno manda mensajes, lo hace a través de sus ministros y altos funcionarios y tengo la certeza de que ningún ministro o alto funcionario ha presionado de manera alguna al juez, dijo el ministro de Interior, José Miguel Insulza en declaraciones transmitidas por la televisión estatal de ese país. Guzmán Tapia, quien investiga más de 200 querellas contra Pinochet por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar chilena (1973-1990), mencionó dos veces en la semana supuestas gestiones oficiales para beneficiar al ex dictador, en entrevistas brindadas al diario francés Le Monde y a la BBC de Londres. En sus declaraciones para Le Monde, publicadas el 8 de enero, Guzmán reveló que sufrió amenazas y también presiones, ante las cuales no he cedido. Sería muy importante saber cuál es concretamente (el intento gubernamental para influir en la marcha de los juicios), dijo Insulza en la entrevista, en abierta sugerencia al magistrado para que especifique su denuncia. Por otra parte, los abogados querellantes de la causa Pinochet pidieron al juez Guzmán Tapia que mantenga la fecha original del interrogatorio al ex dictador, fijada inicialmente para el lunes 15, o sea, mañana.
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