Washington. - Alarmados por el rápido desarrollo del programa nuclear chino durante el período 1960-1964, los gobiernos norteamericanos de John F. Kennedy y Lyndon Johnson consideraron bombardear instalaciones en ese país y matar a los expertos, así como proporcionar a India armamento nuclear, según documentos que estaban clasificados hasta hace poco. Todas las opciones contempladas fueron rechazadas porque eran demasiado peligrosas, según informes obtenidos por el Archivo Nacional de Seguridad, una institución independiente. En febrero de 1971, expertos de la fuerza aérea de EEUU sostuvieron que los cálculos de la CIA de que China podría tener lista la bomba para 1963 eran demasiado conservadores, y predijeron que los chinos realizarían ensayos más pronto, ese mismo año. Los informes de inteligencia mostraron que para 1963 China había logrado progresos significativos, y el asunto empezó a ser parte prominente en las reuniones del presidente Kennedy y sus asesores de seguridad nacional. En abril de ese año, el estado mayor preparó un documento en que examinaba todas las opciones posibles, desde un bloqueo contra China y un programa de infiltración y sabotaje, hasta ataques aéreos contra sus instalaciones, el apoyo de una invasión taiwanesa contra China y un ataque nuclear táctico. Sin embargo, el documento rechazó la fuerza directa como una vía que probablemente no destruiría la capacidad nuclear china. Por el contrario, sugirió que cualquier ataque abierto o encubierto, casi de seguro provocaría una agresión por parte de China. En vez de ello, el documento recomienda la cooperación con la Unión Soviética y Gran Bretaña para contener la amenaza china por mediante actividades diplomáticas, por ejemplo, el ofrecimiento a china de asistencia económica para desincentivar el programa nuclear.
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