La Bolsa argentina es la que más subió en el mundo en los primeros quince días de enero. El renovado optimismo sobre el mercado doméstico, es una consecuencia de las buenas perspectivas internacionales y del blindaje financiero obtenido por las autoridades locales. Esto despeja las dudas el horizonte financiero, al menos por los próximos doce meses.
La revaluación del euro y la posible baja de tasas de corto plazo en Estados Unidos alientan las posibilidades de nuevas subas en el mercado doméstico. Recordemos que Estados Unidos está viviendo un difícil momento, ya que la expansión económica quedo atrás y a medida que transcurre el tiempo aparecen nuevos indicadores que reflejan una fuerte contracción en la actividad económica, con suba de precios y descenso del consumo.
A esto habría que sumarle un corte del crédito a las empresas por parte de las entidades financieras que han visto engrosar su morosidad en el mercado. Para tratar de atemperar este difícil momento económico, la Reserva Federal decidió hace dos semanas atrás bajar en medio punto los tipos de interés, pero esto fue solo una aspirina para una gripe mal curada. Creemos que se necesitaran varias reducciones de los tipos de interés, y dejar correr varios meses para que la actividad económica deje de caer.
Esta crisis no es como la que aconteció en el segundo semestre de 1998, en donde el fundamento era estrictamente financiero, y con la inmediata reducción de los tipos de interés, todo quedo en el olvido. La actual crisis deriva de la economía real, producto de la caída de las exportaciones por un dólar muy alto, y una sobreinversión en algunas compañías, que pagaron con la quiebra el desafío de tratar de inventar la nueva economía.
Los mercados parecen haber descontado lo peor. El índice Nasdaq bajó desde los 5.150 puntos a los 2.600 puntos en apenas 9 meses, y mientras muchos se preguntaban que sucedía el mercado se adelantaba en el 2000 a la recesión que los norteamericanos vivirán en el 2001.
Para que haya recesión se necesitan dos trimestres con crecimiento negativo, y esto es lo que presagian la mayoría de los analistas internacionales, por lo tanto, se avecinan nuevas bajas de tasas, y la devaluación del dólar contra el resto de las monedas del mundo (a excepción de Japón que esta peor que Estados Unidos) es un hecho.
Así, las dos zonas geográficas más beneficiadas por esta crisis son Latinoamérica y Europa. Dentro de Latinoamérica, México quedará presa del nivel de actividad de su principal socio, Estados Unidos, y resulta probable que la economía de dicho país no tenga un comportamiento expansivo.
En cuanto a Brasil, parecería ser el país más beneficiado, ya que está recibiendo un alto caudal de fondos que impactan positivamente en la economía real, produciendo subas muy interesantes en los niveles de actividad económica.
Un cambio de expectativas
Por el lado de Argentina, si bien no se observa un fuerte ingreso de capitales, las expectativas sobre nuestro país eran tan bajas que al encontrarnos en un contexto menos hostil, y un tímido ingreso de fondos, el precio de los activos explotó a la suba, y es así como en 12 días la Bolsa subió más de un 20%.
El martes pasado se realizó la primera licitación de Letras de Tesorería luego de firmado el blindaje financiero, las tasas obtenidas fueron entre 3 y 3,5% más bajas en términos absolutos que la licitación de diciembre, lo que muestra que algo está cambiando.
En este escenario, con tasas muy bajas para colocaciones a corto plazo, comenzó el arbitraje de activos financieros. Es así como la mayoría de los analistas recomienda salir de Letes, Bontes 2001 y 2002, para posicionarse en títulos de más largo plazo, como pueden ser el Bonte 2005, o el Bonex Global 2017.
El objetivo es asegurarse tasas de retorno altas, cuando sabemos que en los próximos meses se dará una caída muy fuerte en las tasas internacionales.
En cuanto a la bolsa, una vez superado el nivel de 460 puntos, comenzó a ingresar un mayor caudal de dinero que espiralizó a la suba las cotizaciones.
El Merval superó los 500 puntos y es probable que pueda tener dificultades para superar los 560 puntos en el corto plazo (un 12% encima de los precios actuales), aunque todo hace indicar que en el primer semestre puede terminar, en torno de los 600 puntos, por lo tanto es momento de invertir.
El papel que descolló en los primeros días del año fue Telecom, muy golpeado en el año 2000, y su suba se fundamentó en la posibilidad de que el socio italiano, compre la porción del socio francés.
No descartar a los bancos, por la probable mejora en precios de los títulos públicos, al sector siderúrgico que se adelanta a la reactivación, y a las empresas alimentarias.
El 2001 se vino con todo y hacía mucho tiempo que no se anunciaba que la Bolsa argentina era la que más subió del mundo.