Año CXXXIV
 Nº 48.996
Rosario,
domingo  14 de
enero de 2001
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Empresas
Los helados rosarinos invaden el país
Com Com distribuye en varias provincias y Yomo abrió locales en Córdoba para comercializar su marca Yo

Fabiana Monti

Desafiando la crisis y apostando a la expansión, los helados rosarinos están haciendo pie en nuevos destinos y exportando sus productos a otras provincias. Uno de los casos es el de la firma Yomo, que abrió más de 10 sucursales en la vecina Córdoba, con su marca de helados Yo y también la empresa rosarina Com-Com que desde hace unos años distribuye mercaderías desde Salta hasta Comodoro Rivadavia.
El mercado de los helados en Argentina sintió en los últimos años el impacto de la crisis económica y, en el caso de los rosarinos, se sobresaltaron durante algún tiempo por el desembarco (luego fallido) de marcas administradas por grandes grupos como el Exxel.
Si bien la reactivación viene lenta, las firmas rosarinas pasaron el temporal y algunas de ellas se han lanzado a conquistar nuevos mercados en todo el país.
Es en este contexto que la empresa rosarina Yomo está abriendo, desde hace 4 meses, varios locales en Córdoba. Mediante una suerte de franquicia, ya abrió 10 bocas de expendio en la provincia vecina y está también incursionando en Catamarca y La Rioja.
La ofensiva es para posicionar su marca Yo y los directivos de la firma aseguran que están aprovechando un espacio vacío que dejó el cierre de empresas como Dolce Neve. Si bien reconocen que el terreno es muy competitivo, señalan que es una manera de sortear los obstáculos que se presentan.
Si bien es poco tiempo para adelantar resultados, evalúan la experiencia como positiva.
Otra firma rosarina que está exportando helados a otras provincias es Com-Com, aunque con una estrategia diferente. Su sistema pasa por la venta de sus productos a distribuidores radicados en diversos puntos del país. El proceso es más antiguo ya que llevan más de 4 años en esta apuesta, y la zona abarca desde Salta hasta Comodoro Rivadavia.
Los distribuidores tienen zonas exclusivas y en general son quioscos o heladeros. Córdoba es un espacio difícil, ya que muchos distribuidores quedaron cesantes y cobrar además está muy complicado, afirmaron desde la empresa.
Esta expansión se dio en el rubro de helados industriales, un sector que este año tuvo la mala noticia del cierre de la planta de Unilever (aunque en las últimas horas se reavivaron los rumores respecto de que las instalaciones volverían a sus antiguos dueños de La Montevideana).
En el segmento de helados artesanales, la exportación es más difícil por la naturaleza del negocio. Juan Curi, presidente de la Cámara de Helados Artesanales, explicó el mismo concepto de helado artesanal implica una forma de producción muy específica en relación a la casa que la elabora.
Por el lado de las franquicias, el empresario señaló que este sistema tiene un gran costo y la rentabilidad no es los suficientemente importante para poder utilizarlas. Además, coincidió que es muy difícil entrar a mercados nuevos.
Por otra parte, contrariamente a la idea que en verano se toman más helados, señaló que los días de altas temperaturas como las registradas la semana pasada, el consumo disminuye. Según los representantes del sector, las personas ingieren más líquidos en lugar de helados.
Si bien en diciembre las ventas aumentaron un poco, superando los malos momentos de los meses de octubre y noviembre donde se había registrado una caída, los niveles siguen siendo escasos.


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