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Leyes que no existen

Hay hombres que al frente de puestos públicos manejan a las personas a su antojo. Muchos jueces se equivocan. En el año 1984, la jueza de Arroyo Seco Dora Correntes ordenó el desmantelamiento de mi casa, sita en Moreno 735. Las cosas se repartieron como motín de guerra. Tenemos más de 40 años de tasas y mejoras cubiertas, la misma cantidad de años de ocupación de manera pacífica e ininterrumpida. Gracias a De la Rúa conseguí que se nos considere lo pagado. Solicitamos al juez Foffano la tenencia del terreno por carencia habitacional, pero nuestra solicitud fue despreciada y desoída. Cuando pedí información sobre la estafa de mi casa al doctor Pedro Radoan, su respuesta fue que no teníamos ningún derecho. El obispo comunicó a la doctora Urtubey que nos iba a ayudar, que nos entregaría una vivienda. Cuando llegamos al juzgado esto quedó anulado. La Defensoría del Pueblo dijo que, de sacarnos, debería pagarnos la deuda de trabajo, aunque sea mensualmente. Evoco las cosas pasadas y no encuentro explicación para esta persecución que hemos sufrido, para todos estamos fuera de la ley, para nosotros no existió nunca.
Adolfo Herrera