Llegó el crucero Mercury

Espectacular barco recaló en la costa porteña

El secretario de Turismo de la Nación, Hernán Lombardi; el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, y la vicejefa de Gobierno, Cecilia Felgueras, dieron la bienvenida al Mercury, embarcación de Celebrity Cruises -firma representada por Organfur en Argentina- que unirá la costa de Buenos Aires con Valparaíso (Chile).
Calificado como uno de los 10 mejores barcos del mundo por los lectores de la revista especializada America Online's, el Mercury hará escala en Puerto Madryn, islas Malvinas, cabo de Hornos, Ushuaia y Punta Arenas y atravesará el estrecho de Magallanes rumbo a Chile, donde parará en los fiordos chilenos y Puerto Montt antes de llegar a Valparaíso.
Algunos números bastan para dar cuenta de la magnitud de este coloso: tiene capacidad para 1.870 pasajeros, un calado de 7,6 metros, pesa 77.713 toneladas y mide 264 metros de largo.
Pero el Mercury no es el único crucero de gran porte que llega a la costa porteña: ayer arribó el Splendour of the Seas, el barco de pasajeros más grande que jamás haya entrado al puerto de Buenos Aires.
Los cruceros a través de mares remotos fueron siempre uno de los sueños dorados de los viajeros empedernidos. Sin embargo, el obstáculo imaginario para gozar de estas sensaciones es la idea de que un crucero es uno de los placeres más caros en materia de viajes. Se trata de un error.
En realidad, las compañías marítimas de pasajeros de todo el mundo han elaborado programas completos con servicios de cinco estrellas que cuestan bastante menos de lo que comúnmente se piensa, e incluso con precios menores a un viaje estándar a Europa, el Caribe o el lejano Oriente.
El costo promedio de una estada a bordo de un crucero, con todo incluido, ronda los 120 dólares diarios, afirma Luis Zirolli, quien representa en la Argentina a las compañías Celebrity Cruises y Royal Caribbean -en realidad una sola empresa con dos marcas y 17 barcos navegando por los mares del mundo- y a Silversea, que con sus dos naves está entre los cruceros de mayor lujo del planeta.
Zirolli explica que las compañías de cruceros tomaron el modelo de las empresas aéreas, conocido como revenue management.