Carlos Duclos
Aquellos que en estas urbes consumistas y vertiginosas del mundo globalizado y moderno tenemos un tanto olvidados los verdaderos valores de la vida y reverenciamos sólo lo expresamente tangible, no pudimos menos que asombrarnos cuando un amigo y colega nos contó que el recordado y reconocido periodista radial Miguel Angel Acoglanis había logrado fotografiar una noche las luces de la legendaria, mítica y misteriosa ciudad de Erks, enclavada en las profundidades del macizo precámbrico de Capilla del Monte, justo debajo del mágico y majestuoso cerro Uritorco. Si no fuera porque tanto nuestro amigo como Acoglanis merecen el respeto y la consideración de periodistas serios y desapasionados, y porque otros sucesos fotográficos de luces desconocidas impresionaron nuestros sentidos, apenas si hubiéramos esbozado una sonrisa suspicaz. Claro, el propósito es hablar de Capilla del Monte como ciudad turística, pero no está de más recordar la anécdota y decir que quien llega a Capilla siente que un oleaje de energía vivifica el cuerpo y el espíritu desgastado por el trajín de la globalización. Queda a cargo del lector discernir si tal energía, cierta, proviene de una remota ciudad metafísica o de la rica corteza terrestre del lugar de la cual se abastecen, según algunos, desconocidas naves interestelares. Enclavada en el valle de Punilla, a unos 70 kilómetros, aproximadamente, al norte de Villa Carlos Paz, la región es conocida en todo el mundo como zona de avistamiento de objetos voladores no identificados. Sería apropiado y justo que la ciudad y su magnífica región comenzaran a conocerse por la belleza de su paisaje y por las posibilidades que brindan al turista. Los visitantes pueden en Capilla realizar diversas actividades tales como pesca, windsurf y canotaje en el dique El Cajón; también, mountain bike, travesías en vehículos 4x4, vuelos en parapentes, cabalgatas, caminatas y, desde luego, disfrutar de sus múltiples balnearios como El Vergel, La Toma o el Calabalumba. La naturaleza en Capilla es pródiga en belleza, sus formaciones rocosas, como la de Los Mogotes y los Terrones, dejarán asombrado al visitante. La vista desde el cerro Uritorco, así como desde sus dos cerros linderos, Las Gemelas, es cautivante. Pero es también asombroso el marco de senderos, cascadas, arroyos y vegetación, y toda la diversa y espléndida población de aves. Existen infinidad de excursiones y circuitos que pueden realizarse y gozar de la paz y el encanto de una región alejada del bullicio de las grandes ciudades, pero no tanto como para no ofrecer al viajero la posibilidad de otras alternativas. Por ejemplo: a apenas diez minutos de Capilla se encuentran centros urbanos con casino, espectáculos y una vida nocturna y comercial intensa y casi pegada a la ciudad está La Cumbre con su mundialmente conocida cancha de golf y otros atractivos. Para los chicos, Los Cocos, también a corta distancia, es el lugar de visita recomendado por sus múltiples juegos. Capilla ofrece un complejo hotelero y de campings bueno y a precios promocionales. Los costos aproximados indican que el alojamiento en un hotel de tres estrellas, para dos personas, con todas las comodidades, incluido desayuno, alcanza los 60 pesos; la habitación doble en un hotel de dos estrellas, también con desayuno, $38, y la habitación triple en un complejo de una estrella, $32. Las cabañas tienen un precio aproximado de 65 pesos, para dos personas, incluido el desayuno, y en los camping el precio diario para cuatro personas y por carpa es de 10 pesos. Las tarifas estimadas en restaurantes por menú individual van de 5 a 7 pesos. Por eso puede afirmarse que Capilla del Monte es el epicentro de una zona que ofrece al turista una diversidad de propuestas interesantes con un costo accesible. Y en este sentido, las autoridades municipales han organizado para esta temporada al pie de las sierras nada menos que las presentaciones de Maximiliano Guerra y Darío Volonté. Desde luego, llevar una cámara fotográfica es indispensable, no sólo para realizar tomas familiares y de los bellísimos paisajes del lugar, sino para atreverse a realizar un safari fotográfico nocturno, cuando el sol se cae por el lado de San Marcos Sierra y tiñe de diversos colores rojizos y púrpuras la falda del Uritorco. En el atardecer, cuando ya las últimas luces se desvanecen y dan paso al misterio de la noche, justo allí atrévase a realizar algunas tomas de la cadena montañosa. No importa que no tenga un avistamiento, recuerde que Saint Exupery decía que lo esencial es invisible a los ojos, pero en ocasiones se revela en fotografías.
| Senderos, cascadas y arroyos pueblan la zona de Capilla. | | Ampliar Foto | | |
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