Año CXXXIV
 Nº 48.996
Rosario,
sábado  13 de
enero de 2001
Min 16º
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Bellas artes: el tango
Un show en el Castagnino reavivó el deseo de una gran orquesta

Silvio M. Valli

Que el tango es una posibilidad infinita, ya lo dijo Leopoldo Marechal. Prueba de ello es que a raíz del acontecimiento artístico popular que significó reunir miles de espectadores en el espectáculo titulado Tango en el Castagnino, en la explanada del museo, se pueden arriesgar un par de ideas.
El espectáculo presentó un programa compuesto de tres bloques perfectamente diferenciados, pero con un hilo conductor: el tango. En el primero, Nostalgias, la afiatada orquesta dirigida por Fernando Ciraolo, que interpretó Orgullo criollo y Zorro gris, instrumentales, se sumó la voz bien temperada y emocionada de Quique Sanfilippo para los versos inspirados de los Hermanos Expósito, Naranja en flor, para luego dar paso a la pareja Graciana y Juan que bailaron 9 de Julio.
El segundo bloque de la noche, titulado Contemporáneo, permitió a Mirentxu Ajubita revivir el tango El títere, y también la memoria rescató a Astor Piazzolla con su Lbertango, bailado por Gabriela y Hugo. Cerró el doble concierto para bandoneón Raúl Salani y la guitarra de Pablo Polito y la Orquesta de Cuerdas.
Pasiones fue el último bloque del programa, donde se escuchó una versión instrumental de Ojos negros, Fabiana y Hugo bailaron Quejas de bandoneón y Sanfilippo cantó A la luz de un fósforo. Graciana y Juan filetearon Danzarín mientras Mirentxu Ajubita interpretó La balada para un loco. El clímax lo alcanzó Sanfilippo con El día que me quieras.
El espectáculo -que contó con la presentación de Noemí Góngora- fue cerrado por el grupo de danzas Tango Océano que bailaron el himno de los tangueros: La cumparsita.
El preámbulo cae como anillo al dedo para expresar un anhelo en forma de pregunta para quienes quieren escuchar, entre ellos los responsables del espectáculo del Castagnino, la Municipalidad de Rosario a través de su secretaría de cultura, además de Marcos Abiad y Asociados y sponsors varios: ¿no habrá llegado el momento de formar una gran orquesta de tangos, sinfónica, si quieren, que además acompañe a cantantes y bailarines?


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