Cañada de Gómez. - Los inundados y el intendente Amílcar Abate arribaron ayer a un acuerdo luego de una protesta que interrumpió por el término de 30 horas el tránsito en la ruta 9. El acuerdo entre los sectores permitirá distribuir nuevos fondos para paliar los daños ocasionados por el aluvión del pasado 22 de noviembre, y un compromiso municipal de solicitar nuevos estudios para dar solución definitiva al problema de la inundación.
El acuerdo, firmado ayer en horas de la tarde entre un grupo de inundados y el propio Abate, significa que los damnificados por el aluvión percibirán una suma básica total y mínima de 1.400 pesos. La diferencia de 400 pesos con lo ya percibido será cobrada el próximo martes, en tanto que el resto de 500 pesos durante la segunda quincena de este mes.
Esto significa que además de los 900 pesos fijos recibirán un nuevo importe de 500 pesos. El anuncio del mandatario cañadense fue concretado en una reunión donde asistió un grupo de personas en representación de los inundados. El compromiso quedó sellado con la firma de un acta acuerdo labrada por un escribano.
Para la distribución de los fondos deberá tenerse en cuenta el primer padrón que se utilizó para la distribución de los primeros e iniciales 500 pesos, previa depuración de casos irregulares que fueron detectados por los propios damnificados por la inundación.
Otro de los puntos acordados en la reunión es un pedido de intervención al gobierno nacional en la administración, control y distribución de los fondos y elementos donados, y el inicio de una profunda investigación sobre el destino de las partidas de dinero y los bienes enviados por personas y entidades.
También la garantía del pago del alquiler por parte del municipio a las familias que se quedaron sin vivienda, importe que bajo ningún concepto será descontado ni total ni parcialmente de los 1.400 pesos que le corresponde a cada uno de los damnificados por el aluvión del pasado 22 de noviembre.
Los vecinos Diego Urán, Carlos Cabrera, Fabián Victorino, Eraldo Giaciofani y Miguel Ferrero fueron los responsables en llevar adelante el diálogo para llegar a un acuerdo definitivo con las autoridades de la Municipalidad de Cañada de Gómez.
Ese encuentro, que se prolongó por el término de varias horas, les permitió a los inundados sellar nuevos compromisos por parte del gobierno municipal como la entrega de nuevas partidas de dinero y la urgente distribución de los elementos donados por las entidades y las empresas que aún permanecen en poder de la Municipalidad.
Estamos felices porque se logró el objetivo fijado por todos. La unión de todos permitió que podamos cobrar lo que realmente nos llegó, pero lo único que lamentamos es la ausencia masiva de los dirigentes vecinales de la zona sur, dijeron varios inundados a La Capital.
Y agregaron: Deberían haber entregado el dinero antes de que se provoque este problema. Nosotros somos personas pacíficas, pero todas estas demoras e irregularidades nos colmaron la paciencia.
Por otra parte, el grupo de arquitectos que llevó adelante el relevamiento, base del segundo padrón, aclaró su posición respecto del trabajo realizado. En ese sentido dejó en claro que la tarea fue la confección de planillas técnicas y no la imposición de las cifras que luego sirvieron para la realización de los choques.
Ese estudio -que no fue culminado- contenía el nombre del damnificado, datos del catastro, superficie dañada y cada uno de los rubros afectados como pintura, revoque, pisos y mampostería, entre otros ítems.
Tránsito normal
Los piqueteros levantaron ayer a las 17 los cortes efectuados en el casco urbano de esta ciudad y el tránsito, compuesto fundamentalmente por camiones con cargas de cereales, volvió a la normalidad. Durante la protesta los vehículos transitaron por los desvíos programados por las rutas provinciales 91 y 178, lo que les permitió continuar con los destinos programados.
El corte de la ruta 9 -que permaneció interrumpida por el término de 30 horas en tres sectores de Cañada de Gómez- se concretó a raíz de la entrega desigual de los importes de la segunda partida programada. Las cifras de la discordia oscilaron entre los 100 y los 1700 pesos por cada uno de los inundados.
Esto fue una barbaridad que esperemos no se vuelva a repetir. La participación de todos fue la base para cumplir los objetivos. Esperemos hacer ahora cosa más importantes, dijo una vecina mientras se retiraba en bicicleta.