El Ministerio de Salud de la provincia quiere implementar un plan de reducción de daños entre las personas drogadependientes endovenosas repartiendo de modo gratuito jeringas y agujas esterilizadas, en función evitar el contagio del HIV por esa vía. De esta manera la provincia aplicaría un programa similar al que ya puso en marcha la Universidad Nacional de Rosario (UNR) que a fines de diciembre inauguró un plan de este tipo financiado por el Ministerio de Salud de la Nación. Queremos seguir los lineamientos sanitarios en esa materia de los países avanzados y que han arrojado resultados exitosos, justificó el titular de la cartera santafesina, Carlos Parola.
A propósito resaltó que desde el Programa de Enfermedades de Transmisión Sexual y Sida ya se comenzó con la distribución de profilácticos de manera gratuita por primera vez en la provincia. Todo lo que esté a nuestro alcance lo haremos, porque está dentro de los problemas más importantes que abordamos, afirmó el ministro, aunque aclaró que el tema se analizará con expertos jurídicos.
En tanto, el director del Programa de Sida de la provincia, Raimundo Sabao, adelantó a La Capital que ha mantenido reuniones con la responsable del plan que lleva adelante la UNR, Silvia Inchaurraga, para lograr algún tipo de coordinación.
Es necesario implementar todas las estrategias posibles ya que estamos ante ante la epidemia más grande del mundo, y de la que todavía la sociedad no ha tomado plena conciencia, advirtió Sabao.
La política de reducción de daños apunta a modificar los hábitos de los drogadependientes endovenosos fundamentalmente para que no compartan las jeringas. El objetivo mayor es cortar con la cadena de contagio de HIV que estas conductas conllevan.
La prioridad de los programas de reducción de daños en muchos países europeos no sólo apunta a la prevención del contagio de diversas enfermedades, especialmente del sida, proveyendo a los adictos de jeringas y agujas estériles, sino también de evitar sobredosis y el control sanitario de los adictos.
La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) admitió el éxito de estas campañas realizadas en algunos países de América latina. El caso más notorio fue Brasil que a partir de un programa similar redujo la incidencia del sida en usuarios de drogas de un 63 por ciento al 40.
Sabao remarcó que en la campaña de entrega de condones gratuitos se privilegiará a los grupos vulnerables, como embarazadas infectadas de HIV, personas conviviendo con la enfermedad, trabajadoras sexuales y reclusos de las cárceles. La intención es llegar al conjunto de la población.
En marcha
La responsable del programa que está implementando la UNR, Silvia Inchaurraga, recalcó que la provincia se integre a la tarea en pos de sustentar las políticas preventivas.
Esperamos contar con un proyecto estable, no sólo en Rosario sino en todo el territorio santafesino, indicó. En el mismo sentido, hizo hincapié en la necesidad de contar con la infraestructura necesaria como hospitales y centros de salud para avanzar con las políticas preventivas.
El programa anunciado por la UNR está en su primera etapa, que implica la especialización de los colaboradores y de sensibilización en la población con la distribución de folletos educativos.
El proyecto prevé que tengamos aproximadamente cien personas trabajando de los cuales al menos 20 sean usuarios (de drogas), que colaboren y nos permitan tomar contacto con estos grupos, sostuvo Inchaurraga.