Quito. - La dolarización cumplió un año desde que fuera enunciada, en medio de sentimientos contrapuestos entre quienes afirman que salvó al país y los que estiman que ha sido un fracaso y reclaman el retorno de la moneda nacional, el sucre.
El presidente Gustavo Noboa, al hacer una evaluación de la dolarización, dijo que salió del sombrero del prestidigitador, el conejo de la dolarización salió de allí. La dolarización implicaba un cambio cultural. Al año de la dolarización, se lo ha hecho (este cambio cultural) en el país, afirmó.
El 9 de enero del 2000 el presidente Jamil Mahuad anunció la dolarización de la economía cuando el país estaba sumido en una profunda crisis económica y política que 12 días después causó su derrocamiento por una asonada indígena con apoyo de oficiales jóvenes del ejército.
Muchos apostaban a la dolarización, otros no apostaban, yo apostaba a medias, reconoció Noboa, que entonces era vicepresidente y asumió la presidencia tras la caída de Mahuad.
La ley de dolarización entró en vigencia el 13 de marzo, con una primera fase en que circularon simultáneamente el sucre y el dólar, hasta el 9 de septiembre en que la divisa norteamericana quedó como única moneda legal.
La empresaria Joyce de Ginatta estimó que el nuevo sistema ``cumplió su objetivo porque el país estaba el año pasado en pleno precipicio, sin opciones, con precios colapsados, con campos abandonados, con profesionales quebrados. Reconoció que alguna gente está insatisfecha porque los precios han seguido subiendo, pese a los anuncios oficiales que la dolarización iba a frenar al flagelo de la inflación.
Los precios han subido porque había una inflación reprimida del 300%, dijo la empresaria, presidenta de la Cámara de la Pequeña Industria, que pronosticó que comenzará a bajar sustancialmente a partir de marzo próximo.
El analista Pablo Lucio Paredes declaró que no existen sistemas económicos milagrosos, por eso aún hay que esperar los resultados de la dolarización. El director del estatal Instituto de Estadísticas, Johnny Cevallos, expresó que lo positivo de la dolarización es que detuvo la inflación, aunque aún es alta, lo que se justifica por la devaluación monetaria del 300% que vivimos a lo largo de 1999, bajo el gobierno de Mahuad.
A pesar de que la inflación cerró el año pasado en el 91%, si no se adoptaba la dolarización el país estaría viviendo una hiperinflación del 700%, añadió.
La izquierda, en contra
Dirigentes sindicales izquierdistas han afirmado que la dolarización está causando una pauperización de la población ecuatoriana y de ser un atentado en contra de la soberanía al quedar el país sujeto a una moneda extranjera.\El izquierdista Frente Unitario de Trabajadores, la mayor central obrera del país, y la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas, han sido tenaces opositores de la dolarización y realizaron varias protestas callejeras exigiendo su derogación, lo que fue desechado por el gobierno.\Los detractores insisten en que se debe volver a la moneda nacional, lo cual también han reclamado la gente pobre y comerciantes informales.\Juan Vásquez, un comerciante informal, expresó que cuando teníamos el sucre no éramos tan pobres. Ahora cuando se paga con un billete de dólar lo que queda no alcanza para nada.\Ahora hay que tener mucha más plata para comprar la misma cantidad de comida, manifestó Rosa Malca, una indígena que compraba papas en un mercado quiteño.\Yo no me acostumbro con los dólares. Me hago bolas (me confundo) con las monedas y los billetes. Debe volver nuestro sucre, se quejó Manuel Bastidas, un indígena que vende alfombras en una calle de Riobamba, 160 kilómetros del sur de Quito.
La Ciudad
