El herpes simple tipo 2, más conocido como genital, tendría los días contados, por lo menos en las mujeres. Así lo auspiciaron investigadores de la Universidad de Utah, en Estados Unidos, junto con científicos del laboratorio internacional Smith Kline Beecham Biologicals, en el congreso que la Sociedad Americana de Microbiología realizó en Toronto, Canadá.
La responsable de tanta euforia se llama Simplirix y es una partícula recombinante del virus, capaz de conferir anticuerpos al 75% de las mujeres que, aun teniendo parejas infectadas, no evidenciaron rastros del patógeno. En igual situación, los hombres no recibieron el mismo beneficio, sin que hasta ahora los investigadores hayan descubierto las razones de semejante discriminación sexual.
Presumiblemente, el factor hormonal y las diferencias entre el tejido genital femenino y masculino expliquen esta diferencia, especula el infectólogo argentino Ricardo Rüttimann, asesor médico de productos biológicos de una de las filiales del laboratorio fabricante.
Según una hipótesis todavía sin confirmar, la vacuna dispararía la respuesta del sistema inmunológico, impulsándolo a atacar al virus mientras permanece en la vagina, pero no sería capaz de detener su avance una vez que tuvo acceso al torrente sanguíneo desde alguna pequeña fisura del tejido del pene.
Pruebas preliminares
La vacuna se probó en 2.700 personas de Estados Unidos, Canadá, Australia, Italia y Nueva Zelanda. Dado que el virus no tiene el mismo comportamiento en todas las etnias, todavía se desconoce su efectividad en otras regiones. Además, todavía no recibió el visto bueno definitivo de la FDA, el máximo organismo de control de drogas y medicamentos estadounidense, eje de las aprobaciones posteriores en otros países.
Si la población es similar, la efectividad también lo es, adelanta Rüttimann, quien advierte que antes de introducir la vacuna en otras regiones es necesario investigar la prevalencia y el comportamiento de la enfermedad en cada lugar. Rüttimann agrega que, por el momento, el estudio de eficacia se mostró en mujeres negativas con parejas positivas y, a pesar de que originalmente se buscaba una herramienta terapéutica, se descubrió que la vacuna no es efectiva para prevenir recurrencias de personas ya infectadas. Esto modifica el target del nuevo producto, estando ahora la prioridad en las adolescentes, según anunció en el congreso el médico Spotswood Spruance, que coordinó la investigación desde la Universidad de Utah.
Romper el circuito de contagio del herpes genital es una vieja aspiración de los centros de infectología de todo el mundo, dificultado por la ignorancia que recae sobre la enfermedad.
El subdiagnóstico es uno de los principales motivos que hacen que el herpes genital se disemine, se queja el médico Horacio López, director del Capítulo Argentino de Estudio de Herpes. Son varios los motivos del fenómeno. El virus tiene manifestaciones cíclicas: aunque una persona esté infectada, puede no presentar síntomas, porque el virus es capaz de permanecer en el cuerpo en estado de latencia durante largas temporadas.
Además, los síntomas no son uniformes. Sólo una de cada cinco personas infectadas presenta los síntomas clásicos, es decir, sensación de ardor y pequeñas lesiones genitales que a veces van acompañadas por inflamación ganglionar. El 80% restante puede manifestar flujo, ardor al orinar y mínimas fisuras en la piel que tardan en cicatrizar, o directamente ser asintomáticos.
Rüttimann opina que muchas veces se hace mal el diagnóstico.