Santiago. - Mientras los abogados acusadores pidieron el inmediato arresto de Augusto Pinochet, se anticipó que el ex dictador no acatará la orden judicial de someterse desde hoy a exámenes médicos. Pinochet podría buscar refugio internándose en el Hospital Militar de Santiago, según versiones de prensa. El juez que lleva la causa contra el general, Juan Guzmán, mantiene una dura puja con los abogados defensores de Pinochet, quienes ayer volvieron a presentar un recurso contra él, similar a los ya rechazados por la Corte Suprema de Justicia.
Los abogados querellantes pidieron que el ex dictador sea detenido ya que en la noche del viernes se venció el plazo para fijar el domicilio en que debería ser interrogado el martes 9 de enero por el juez especial Juan Guzmán. Los acusadores en la causa por la que fue desaforado Pinochet, el pasado 8 de agosto, exigieron al magistrado Guzmán que se aplique la normativa legal chilena que establece el arresto de un inculpado en rebeldía, para así asegurar su comparecencia a los tribunales.
Mientras tanto, los defensores presentaron un nuevo recurso de recusación contra el juez Guzmán para sacarlo del caso, según informó la radio Bío Bío. Entre otras razones señalaron que está alterado y volvieron a calificar de irregular el calendario para los exámenes y el interrogatorio.
Un anterior escrito de semejante tenor fue rechazado por la Corte Suprema, que respaldó al juez y lo autorizó a seguir con su cronograma, que fija los exámenes mentales y neurológicos para hoy y mañana (a partir de las 10.30 hora local) y la declaración indagatoria para el día siguiente, martes 9 de enero.
En las últimas horas del viernes, el equipo jurídico de Pinochet pidió orden de innovar para intentar frenar el interrogatorio, ya que se sabe que los resultados de las pericias psicomédicas no estarán en 24 horas y el juez Guzmán sólo espera cumplir el faltante requisito del interrogatorio con el imputado para procesarlo.
Mientras la defensa sostiene que se debe esperar el dictamen del equipo médico -confiando en que los resultados inhabilitarán a su cliente para enfrentar a los tribunales- el magistrado ha fijado una línea que divide las diligencias y podría procesarlo (o sea, declararlo reo) y luego esperar el informe de las pericias.
En este caso lo que está en juego es una victoria moral para los partidarios y opositores de Pinochet, ya que el ex dictador podría quedar para la historia como un personaje que quedó fichado en los anales policiales y bajo arresto domiciliario, ya que un juez encontró pruebas suficientes de su responsabilidad en numerosos crímenes.
El vocero de Pinochet, el general retirado Guillermo Garín, confirmó a medios de prensa local que el desaforado senador vitalicio se encuentra en su casa de reposo de Bucalemu (a 130 kilómetros al suroeste de Santiago) y que no se presentará a los exámenes ni a declarar, pues seguirá allí todo el fin de semana acatando los consejos de su defensa.
Ante esa eventualidad, el juez Guzmán ya anticipó que aplicaría el Código de Procedimiento Penal, que lo faculta a ordenar la detención de un imputado que se declare en rebeldía, como es el caso de Pinochet.
Analistas aseveraron hoy que si la Corte de Apelaciones no paraliza el procedimiento, como pidió la defensa en sus recursos de no innovar, el juez Guzmán podría procesar a Pinochet este martes, ante su no presentación a declarar.
Incluso se señaló que hay posibilidades -aunque remotas- de que se acepte el recurso de los querellantes y sea llevado hoy bajo arresto a efectuarse los chequeos al Hospital Militar de Santiago, sede fijada para esas diligencias.
Hospital amigo
El diario electrónico El Mostrador asevera que Pinochet estaría pensando internarse en las próximas horas en el Hospital Militar y quedarse allí por largo tiempo, hasta que se den los resultados judiciales que le convienen, considerando que estar internado le serviría de excusa razonable.
El medio argumenta su tesis en que el ejército designó a un ex escolta del militar retirado, el coronel Antonio Cordero Kehr, como director de ese establecimiento de salud. Se sostiene que el ejército busca blindar la seguridad del centro asistencial castrense ante la eventualidad de que Pinochet elija quedarse en ese lugar y se declare enfermo para evitar el interrogatorio y que los especialistas lo examinen.
En este panorama judicial adverso para Pinochet, se presentó la querella 203 en su contra, por la muerte de dos personas (padre e hijo) ocurridas el 4 de mayo de 1984.