-Papá, en la escuela me dicen tontito.
El padre, indiferente:
-¿Y a mí qué?
-A vos, tontazo.
* * *
En un velorio:
-¡No somos nada!
-Nosotros tampoco. Entramos a tomar un cafecito, nomás.
* * *
Para arreglar la araña del comedor de la millonaria, el electricista se sube a un sillón finamente tapizado y lo pisa sin ningún cuidado.
-¡Pero, por favor! ¡Hubiera puesto una revista!
-Para qué, si alcanzo igual...
* * *
-¡Mamá, mamá! ¡No me gusta el gatito!
-Bueno, dejalo a un lado y comé solamente las papas...
* * *
Durante una discusión, un hombre le pega una cachetada a otro:
-¡Esto no va a quedar así! -dice el que la ligó.
-Claro que no -responde el otro-, enseguida se le va a empezar a hinchar...
* * *
-Carlitos, ¿cómo es posible que digas tantas tonterías al cabo del día?
-Es que me levanto muy temprano, profesor.
* * *
-¿Cómo le corto?
-¿Qué? ¿No tiene tijeras?
* * *
-Yo sueño con ganar treinta mil dólares por mes, como mi padre.
-¿Tu padre gana treinta mil dólares por mes?
-No, pero lo sueña.
(de La pequeña gran enciclopedia del humor absurdo, de Mario Tobelem, Ediciones De Mente)