Maximiliano Rodríguez estará el martes en la AFA para intentar revertir su vinculación a Talleres y volver a Newell's. Mientras, su compañero en el periplo que los depositó en el club cordobés, Sebastián Domínguez, se muere por regresar al Parque pero tiene claro que no le queda otra que empezar la pretemporada con Talleres, donde fue habilitado para jugar en diciembre último después de cinco meses sin poder pisar una cancha, tiempo al que calificó como una porquería. Rodríguez y Domínguez fueron llevados por el empresario Marcelo Simonian a Talleres, como una especie de vendetta por la venta de Diego Mateo de Newell's a Lecce de Italia, que no lo incluyó pese a poseer buena parte de su pase. Como el financista porteño también poseía los pases de los juveniles, luego de ese episodio se los llevó a Córdoba pero la AFA no los habilitó hasta diciembre. Ante esa situación, los dos quisieron volver al Parque pero sólo la Fiera fue aceptado por el presidente Eduardo López. No sé por qué López no me quiere. Será porque discutió muy fuerte con mi papá o porque el puesto de defensor ya lo tenía cubierto y el de volante no, pese a que ahora juega Ponzio que para mí es un fenómeno. Por eso quizás aceptó a la Fiera y a mí no, explicó un atribulado Domínguez a Ovacion. El juvenil defensor explicó que yo me enteré que López vendió mi pase a Simonian después que pasó, y también que la Fiera decidió primero que yo ir a Talleres porque él no tenía lugar en el equipo. En cambio, yo estuve pensándolo dos días, que fueron los peores de mi vida, porque venía de ir al banco ante Los Andes. Y al final tomé la decisión de irme porque me aseguraron que no tendría más lugar en Newell's. Domínguez se cuidó de echar culpas a López o a Simonian, aunque de este último dijo creer que está triste por lo que pasó, eso es lo que me hace pensar cada vez que habla conmigo. Domínguez es muy contundente cuando afirma que me muero por volver a Newell's. Si me dieran a elegir, regresaría, porque soy un enfermo leproso, pero trato de no pensar mucho en eso porque me vuelvo loco. Ahora no me queda otra que pensar en volver a Talleres, donde por otra parte me recibieron muy bien. Estoy un poco arrepentido de haberme ido, no dudó en decir Domínguez, en donde hablo siempre digo lo mismo. Ojalá hoy podría volver a Newell's pero me parece que es imposible y a la Fiera también le será difícil, porque somos dos pendejos que no nos conocen y no podemos armar tanto quilombo en la AFA.
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