La historia de Tiro Federal Argentino es muy particular. Fundado en 1906, el antiguo club del barrio Ludueña fue uno de los principales animadores de la Liga Rosarina y participó en los torneos de AFA hasta principios de la década del 60, cuando perdió la categoría en Primera C y posteriormente la vieja cancha de bulevar 27 de Febrero y Moreno, en pleno parque Independencia. Casi condenado a la desaparición, el viejo Tiro Federal fue virtualmente refundado a principios de 1997, cuando el grupo liderado por el contador Carlos Davola, un empresario rosarino de 50 años, decidió hacerse cargo del fútbol del club. Hace cuatro años que estamos en el club. En el primero ganamos el torneo de Primera B de la Asociación Rosarina, después ganamos tres veces consecutivas el torneo Gobernador Molinas, en 1998 jugamos el torneo Argentino B y al año siguiente ascendimos al torneo Argentino A junto con Racing de Córdoba, historia el empresario, un verdadero loco por el fútbol. Pasamos de la Primera B de la Rosarina al torneo Argentino A, pero tenemos un presupuesto muy limitado: 15.000 pesos por mes entre el plantel y el cuerpo técnico. Lo que pasa es que el fútbol está tan mal que por pocos pesos tenemos buenos jugadores a los que les pagamos el sueldo que podemos: 600 pesos, confía Davola. Milagro sería si ascendemos. Nuestro único secreto es que no tenemos personal. El secretario por ahí tiene que regar la cancha y lo hace. No queremos tener dirigentes que venga a tomar café y hablar sin hacer nada, explicó Davola, el encargado de devolverle a Tiro Federal el prestigio perdido. Nuestro mayor ambición es poder coronar en el plano deportivo, todo el esfuerzo humano que hemos hecho a partir de nuestra llegada al club, finalizó.
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