"Bajo sospecha", "El proyecto Blair Witch 2", "La celda" y "Muertos de risa", los cuatro estrenos de esta semana en los cines de Rosario bajo la mira de Escenario.
"Bajo sospecha".
En San Juan de Puerto Rico, el maduro abogado Hearst (Gene Hackman) casado con una hermosa y joven mujer (Monica Bellucci), se convierte en el principal sospechoso de los sórdidos crímenes cometidos contra dos niñas. El implacable Benezet (Morgan Freeman), jefe de policía y su oficial Owen (Thomas Jane), manejan una investigación relámpago para atrapar al culpable.
Con estos condimentos básicos, Stephen Hopkins recrea una historia que ya había sido filmada en 1981 por Claude Miller (Ciudadano bajo sospecha) en otros escenarios y con diferentes protagonistas y replantea el rol que juega el poder en su estrecha relación con la justicia.
La película dura casi el mismo tiempo que la investigación que consigue poner a un hombre de fortuna y prestigio, como Hearst, al borde de su resistencia y lo obliga a repasar aspectos ocultos de su vida, en apariencia plena, opulenta y feliz.
Con un ritmo por momentos demasiado lento, y con algunas escenas reiterativas, la película logra sorprender con algunos recursos narrativos que aparecen cuando el protagonista recrea los hechos del reciente pasado a instancias de los tenaces investigadores.
Buenas actuaciones de Gene Hackman y Morgan Freeman, quien ya parece encasillado en los papeles de investigador astuto y justiciero. El escenario de la historia, la antigua y bella ciudad de San Juan es, sencillamente, impagable.
Cal: 3 estrellas \M.M.
"El proyecto Blair Witch 2"
El éxito de El proyecto Blair Witch durante el año pasado se basó en dos estrategias originales: la presentación de una ficción como si se tratase de un documental verdadero y su exhaustiva publicidad por Internet. Esta segunda película no posee ninguno de esos dos condimentos y sin embargo se sale con la suya: despegarse del filme que le dio la vida y, por supuesto, asustar.
La primera parte de El proyecto... basaba la experiencia del terror en un contrato explícito con el espectador. O sea, según proponía el filme ni los tres estudiantes que se adentraban en los bosques adyacentes a la localidad, auténtica, de Black Hills en Maryland, ni el cinevidente sabían qué estaba en realidad sucediendo. Y el formato documental anclaba esa situación de ignorancia. De esta forma se le daba a las imágenes, pretendidamente reales, el cariz de veracidad que lo llevó a la fama.
En El proyecto Blair Witch 2 sucede lo contrario. Todo comienza con declaraciones (¿reales?) de los habitantes de Black Hills quejándose de los turistas que atrajo la película. Siempre irrespetuosos adolescentes que invaden día tras día la ciudad, su cementerio y el bosque en busca de souvenires del proyecto.
Con semejante migración el negocio está en vender tours al bosque para pasar la noche y revivir así el horror esparcido por la leyenda de la bruja. Y por supuesto, filmarlo todo. Es así como comienza una bacanal de sangre y muerte que las imágenes de video podrán demostrar. El problema está en saber si ellas son verdaderas o falsas. Un dilema que sólo resolverá el espectador.
Cal: 3 estrellas \O.V.
"La celda"
La celda es una sucesión de imágenes ligadas por la excelente banda de sonido, lo que, de hecho, no alcanza para darle la sustancia necesaria a la narración. Las poderosas imágenes, resueltas por momentos con una composición excesivamente esteticista, intentan representar el inconsciente de los personajes: un asesino serial y una psicóloga que intenta revelar el lugar donde se encuentra su última víctima. Para ello la mujer debe internarse en la mente del asesino por medio de un dispositivo virtual.
En un cruce de ciencia ficción y thriller psicológico, el argumento no resulta demasiado original con respecto a estas cacerías. La historia del asesino y sus crueles procedimientos y hasta la lógica del relato queda supeditada a la fascinación del director por los detalles y la plasticidad de las escenas. Sin embargo, el filme resultará atractivo para los amantes de la virtualidad.
Cal: 3 estrellas \R.B.
"Muertos de risa"
Lo primero que se percibe en una película de Alex de la Iglesia es lo que la diferencia de otras películas. Son filmes singulares. Incluso en Perdita Durango, que le era ajena, el español dejó hilachas de ese estilo que estalló con todo su oscuro esplendor en El día de la Bestia.
En la recién estrenada Muertos de risa, su nueva incursión irónica en los subterráneos de la España lúgubre, confirma que aquel asomo de estilo no es un azar. Es una originalísima historia extraída del cruel juego circense entre el avispado y el payaso, entre el que da y el que recibe las trompadas. Un hachazo de agilidad imaginativa y de humor negro con que De la Iglesia convierte a este antiguo juego ritual -donde El Gran Wyoming y Santiago Segura se mueven con gracia y soltura en el umbral de una vivificadora explosión de humor fratricida- en una feroz metáfora del tiempo de la transición del franquismo a la democracia.
Muerto de risa es un hallazgo argumental, duro pero sutil, a pesar de que la historia que relata es un círculo no cerrado del todo.
Cal: 3 estrellas \J.L.C.
La Ciudad
