| | Huelga de hambre Levantaron la protesta en la Unidad III
| Los casi 300 reclusos de la Unidad Penitenciaria III de Riccheri y Zeballos depusieron ayer la huelga de hambre que iniciaron el miércoles pasado, a raíz de una serie de reclamos a los que se sumó el pedido de esclarecimiento de la muerte de un interno, ocurrida a raíz de graves quemaduras. En razón de la resolución del conflicto el domingo la unidad carcelaria estará abierta para las visitas familiares. El titular del Servicio Penitenciario (SP), Arturo Gandolla, informó que la protesta llegó a término en base a la satisfacción de una serie de reclamos atendibles elevadas por los presos. Los pedidos pasaban, básicamente, por la disminución de la reclusión. Ocurre que los presos pasan la mayor parte del tiempo en el patio de los pabellones y sólo quedan en sus celdas cerradas a la hora del almuerzo y del descanso nocturno. El SP autorizó que la reclusión nocturna comience a medianoche, una hora más tarde que lo usual, y que a mediodía se limite a una hora y media. Gandolla planteó ayer que sólo se desechó el pedido de los presos de que se concedan mejoras generales de la evaluación de conducta. Ese reclamo es improcedente porque el mejoramiento de la conducta es un beneficio que se logra individualmente, dijo. Lo que queda pendiente es la investigación judicial del incidente en el que resultó muerto Hugo Andrés, del pabellón A, quien se prendió fuego cuando iba a ser encerrado en su celda. Según compañeros de pabellón, el recluso, que estaba procesado por robo calificado, fue instigado por un guardia a rociarse con combustible y prenderse fuego.
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