| | cartas Viviendas faltantes
| El hecho de haber ejercido mi profesión de técnico constructor nacional me da la base para opinar sobre la falta de viviendas para el pueblo argentino. Sigue siendo una verdad inconmensurable la versión de que los pueblos no los han hecho los gobiernos sino el esfuerzo y la dedicación de la actividad privada. Como esta acción se ha interrumpido por la crisis de credibilidad de la gente desde 1930, se llega al 2000 y el caos habitacional y la falta de concepto se agudizó tanto que hasta nos permitimos el lujo de demoler edificios construidos en condiciones más o menos aceptables para habitar. El asunto es obtener más techos para dormir y comer, sabiendo que esto es lo verdadero para que la gente tenga alegría de vivir. Los gobernantes que agarran la birome para firmar decretos y leyes tortuosas y los asesores que cobran suculentos sueldos saben algo de esto, tienen cerebros para pensar y actuar como humanos civilizados. Manuel Mangione
| |
|
|
|
|
|
Diario La Capital todos los derechos reservados
|
|
|