Año CXXXIV
 Nº 48989
Rosario,
sábado  06 de
enero de 2001
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Hay optimismo en el Ejecutivo para enfrentar los meses de receso
La Municipalidad de Casilda redujo su pasivo 700 mil pesos en un año
Rosconi aseguró que tras una serie de recortes en materia de gastos públicos lograron sanear las cuentas

Gustavo Orellano

Casilda. - La Municipalidad de Casilda, durante el primer año de gestión del actual gobierno, logró sanear las cuentas por medio de un plan de austeridad que puso en marcha apenas asumió el intendente Eduardo Rosconi, y que implicó una serie de recortes en materia de gastos públicos y reestructuraciones de tipo funcional. El pasivo hoy se redujo en unos 700 mil pesos y, además, se suscribieron convenios de pago con distintos acreedores para cancelar el resto del endeudamiento (1.100.000 pesos) en el término de tres años, el mismo tiempo que le queda al jefe comunal para terminar su período como gobernante.
Esto significa que la administración actual pudo hacer frente a la pesada herencia que recibió del gobierno anterior cuando el ex intendente Carlos Muia culminó su mandato en diciembre de 1999 con una deuda de 1.800.000 pesos, sostuvo el intendente.
Rosconi también se las ingenió para que el balance contable del último año cierre con un superávit cercano a los 700 mil pesos, lo cual le permitirá una cierta tranquilidad para encarar sin sobresaltos estos primeros meses de receso (enero, febrero y marzo) y cumplir con los compromisos de pago.
Esto se hizo en base al esfuerzo, porque la recaudación con la que contamos fue prácticamente la misma que la de otros años (incluso los índices bajaron unos puntos) y el presupuesto también, dijo Rosconi y agregó que la razón de este logro radica en haber bajado los gastos.
El intendente casildense alcanzó su primer objetivo tal como se lo propuso unos días después de haber asumido y ahora dice estar más tranquilo que en los primeros meses de su gobierno cuando se lo veía sumamente preocupado por la situación financiera que recibió de su antecesor.

La auditoría
Ese período de malestar estuvo signado por fuertes cuestionamientos hacia el ex intendente Muia, lo cual derivó en una auditoría sobre su último año de gestión que sirvió para detectar serias irregularidades administrativas que actualmente investiga la Justicia.
Rosconi reconoce que su política de ajuste le trajo algunos disgustos tras sostener que no es fácil decir no cuando falta empleo o cuando vienen a pedir materiales para la construcción o subsidios para instituciones. Algunos lo entendieron y otros no, pero la austeridad era la única manera de revertir la situación ya que estaba en juego el Estado municipal.
De todas maneras Rosconi dijo no haber desatendido la cuestión social tras destacar que tomó trabajadores eventuales y que cuenta con planes de empleo provenientes de la Nación.
En esa misma reconoció que crecieron las necesidades y aseguró que las familias de escasos recursos son asistidas con alimentos y medicamentos a través de la Secretaría de Promoción Comunitaria, aunque está prácticamente desbordada por la gran demanda.

Política social
No obstante y sin dejar de lado la importancia que tiene la política social en estos tiempos de crisis, Rosconi sostuvo que también hay que pensar en las finanzas de la Municipalidad, porque tengo que gobernar para todos los vecinos. Gran parte de la sociedad quiere una administración, prolija, transparente y austera, porque después eso se manifiesta en obras o en la compra de vehículos para mejorar los servicios públicos.

Demandas
Si bien el intendente Rosconi coincide con el criterio de que una de las principales demandas sociales de la comunidad casildense pasa por el trabajo y la vivienda, sostiene que la obra pública sigue ocupando un lugar de preponderancia.
Es mentira que Casilda esté cubierto en materia de infraestructura ya que siempre el vecino pide obra pública, dijo Rosconi para justificar el plan de pavimentación que prevé poner en marcha para los próximos meses y que beneficiará a distintos sectores de la ciudad.
La idea es asfaltar unas 60 cuadras por medio del sistema de contribución de mejoras y con financiamiento municipal para que los fronteros accedan a mejores facilidades de pago teniendo en cuenta que la mayoría de los sectores afectados están poblados por vecinos de bajo poder adquisitivo.
Rosconi también anunció un programa de remodelación del alumbrado público ya que en ciertos lugares del radio urbano falta luz o su potencia es escasa a raíz del desgaste provocado por el paso del tiempo.



La recaudación se mantuvo, pero bajaron los gastos.
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