El vicepresidente primero de River, Alfredo Davicce, renunció anoche a su cargo en el consejo de fútbol profesional (CFP) y la mesa directiva del club se disolvió, tras las dimisiones de sus ocho integrantes, en el marco de la crisis que atraviesa la institución de Núñez, que llamará a elecciones el 6 de diciembre próximo. Yo renuncié a mi cargo en el CFP y los integrantes de la mesa directiva también lo hicieron para que el presidente del club, David Pintado, arme un nuevo cuadro de mesa directiva y CFP, sostuvo Davicce, quien así se sumó a los renunciantes José María Aguilar (secretario) y Mario Israel (CFP). Asimismo, Davicce reconoció que volvería a ocupar su cargo en el consejo de fútbol sólo si lo pidiera Pintado, al tiempo que prefirió guardar su opinión sobre las renuncias de Aguilar e Israel. La mesa directiva del club estaba integrada por David Pintado (presidente), Alfredo Davicce (vice primero), Jorge Arias (vice segundo), José María Aguilar (secretario), Luis Belli (prosecretario), Roberto Jakobi (tesorero), Juan Carlos Della Rolle (protesorero) y Ricardo Grosso (secretario de actas). Estas nuevas renuncias responden más a un movimiento político que a dimisiones en sí, con lo que Davicce y compañía intentan centralizar el poder en Pintado y buscan que el oficialismo recobre la fuerza que en estos últimos días perdió. Igual, Davicce hizo otras declaraciones relevantes. Aguilar no molestaba en el oficialismo y para mí es bueno que haya muchos candidatos. Pero hay que reconocer que los únicos que se benefician con estas renuncias son los de la oposición, indicó a modo de crítica el vice primero, quien luego le mandó un mensaje al ex secretario del club. El (por Aguilar) dijo lo peor que puede hacer el oficialismo es dividirse. Por eso, creo que hay que medir las palabras -le reprochó-, aunque ésta no es la etapa más dura del club. La más difícil fue cuando asumimos, sentenció Davicce. Pese a este panorama, Aguilar e Israel, principales opositores a la continuidad de Gallego como DT, seguirán vinculados a la institución y al oficialismo como vocales titulares, aunque presentarán una nueva fórmula de cara a las próximas elecciones. De esta manera, se cristalizaron los primeros cortocircuitos en la actual conducción de River al comienzo de un año en el que la institución cumplirá su centenario de vida y renovará sus autoridades. Las renuncias de Aguilar e Israel surgieron como corolario de un desprolijo manejo dirigencial en torno a la definición del entrenador del equipo para el 2001, concluido el miércoles con el anuncio de la continuidad del debilitado Gallego, quien deberá aceptar cambios en su cuerpo técnico. Respecto de este tema, Davicce señaló: Es errónea la versión que dice que le vamos a imponer a Gallego un nuevo cuerpo técnico. Lo vamos a hablar con él -el próximo lunes o martes- cuando vuelva de sus vacaciones. Todo será consensuado, agregó el dirigente. Pero más allá de lo que pueda pasar o no con Gallego, hay que destacar que Aguilar e Israel produjeron la primera fractura en el oficialismo, que será -seguramente- aprovechada por el ex presidente Hugo Santilli, quien está en la disputa por el sillón presidencial millonario.
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