Rafael Maceratesi sigue disfrutando los últimos días de sus vacaciones en Mar del Plata. Por suerte para él, porque sino se le haría difícil calmar la lógica ansiedad que le generarían las idas y venidas en torno a su posibilidad de transferencia al fútbol alemán. Porque ayer, contrariamente a lo que se esperaba, no hubo respuestas de los representantes que trabajan para colocar al Rafa en el Bayern Munich. Ayer vencía el plazo de la autorización que le habían otorgado los dirigentes de Central al empresario que estaba llevando adelante las gestiones y no hubo ninguna respuesta. Se enfrió un poco, dijo una calificada fuente que trabaja en la negociación. No obstante este silencio telefónico, los dirigentes canallas son optimistas en que la negociación llegue a buen puerto. Y hay dos datos que avalan esta posibilidad. El primero de ellos -y el más importante- es que el libro de pases en Alemania cierra el 15 de enero y por ende especulan con esa chance. Porque con la necesidad de conseguir fondos que tiene la tesorería canalla, el hecho de que al empresario se le haya vencido la autorización para negociar el pase no significa que si la semana entrante aparece con una oferta concreta el pase no se vaya a hacer. Y el segundo, de menor relevancia, es que si bien hasta ahora no contestaron afirmativamente, tampoco lo hicieron en contrario, es decir que no dieron por finalizada la operación. De todos modos, la dirigencia canalla sostiene que dieron pasos seguros en torno a la posibilidad de desprenderse de algún jugador y así de ese modo aliviar las arcas del club. Si no es el Rafa será otro, sostienen antes de rematar con un contundente: Hay cosas bien encaminadas, y alguna va a llegar a buen puerto. Por lo pronto, mientras las idas y venidas se suceden, el Rafa matiza su ansiedad y espera en Mar del Plata, aunque ya se empieza a probar nuevamente el traje de pretemporada con Rosario Central.
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