Riobamba al 7300

Un ladrón le prendió fuego a la casa que había entrado a robar

También abrió el gas y no hubo un estallido porque los vecinos de los dueños, que no estaban, lo evitaron

El ladrón se llevó el televisor, dejó abiertas las llaves de gas de la cocina y antes de saltar por la ventana hacia afuera prendió fuego el dormitorio. En el momento que ocurrió el atraco, a las 16,30 de ayer, los dueños de la vivienda no estaban. Los vecinos, alertados por el humo, entraron a la casa, comenzaron a apagar las llamas con el agua de una pileta de lona que estaba en el patio y alcanzaron a cortar el gas antes de que pudiera producirse una explosión.
El robo e incendio ocurrieron en una casa antigua y humilde de barrio rodeada de otras viviendas, en pasaje Bemporat 7255 (Riobamba a la misma altura). Minutos antes, sus propietarios habían salido para pasar la tarde del primer día del año en el camping del Sindicato de Camioneros. A ese lugar habían sido invitados por un vecino con quien comparten la pared medianera, y que también podría haber sido una víctima directa si el fuego alcanzaba a hacer estallar el gas que el ladrón dejó escapar por la cocina.
Los vecinos de la familia, alertados por el humo que salía de la vivienda, saltaron la pared que da al frente, y comenzaron a apagar el fuego con el agua de una pileta de lona ubicada frente al dormitorio. Justamente por esa habitación habría entrado y salido el ladrón. Precisamente en el dormitorio inició las llamas antes de retirarse con un televisor de 14 pulgadas.
Los mismos vecinos alertaron a los bomberos, que se presentaron inmediatamente en el lugar y pudieron controlar el fuego. También fueron quienes avisaron a los dueños de casa sobre lo ocurrido, dado que familiares y amigos, que también viven en el barrio, sabían donde localizarlos.
El pequeño televisor fue el único objeto del que logró apoderarse el ladrón. Pero las pérdidas para la familia fueron mayores a raíz del fuego. Todo lo que se encontraba en el dormitorio quedó reducido a cenizas: el colchón, el ropero, las mesas de luz y la ropa.
En la casa viven desde hace apenas tres meses Gonzalo Duarte, de 21 años, su mujer, Cintia Vassino, de 18 y su pequeño hijo Yago, de 2 años. La abuela de Cintia, Nélida, explicó que para que los jóvenes se mudaran a la casa, que estaba siendo refaccionada, toda la familia colaboró con el mobiliario.
Esto lo hicieron para que volara todo, exclamaban los familiares de los dueños de casa mientras limpiaban la casa. Como explicación, sólo cuentan con que en el barrio ocurren muchos robos y los ladrones están todos sacados.
La denuncia del hecho quedó registrada en la comisaría 14ª, con jurisdicción en esa zona.

Los vecinos llamaron a los bomberos.