Carlos Duclós
La Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Rosario le sustrajo al juez Ricardo Heitz el expediente donde se dirime la cuestión de las elecciones en Newell's y puso el caso bajo su órbita. La disposición del tribunal de alzada se ejecutó el viernes a última hora y la medida fue calificada como plausible por muchos operadores judiciales. La disposición de la Cámara, según fuentes de la Justicia, tiende a poner equidad en la cuestionada resolución dictada por el juez Heitz, quien declaró nulo el acto eleccionario del 10 de diciembre, en el marco de la demanda por la supuesta irregularidad en los padrones denunciada por la lista opositora. Las esperanzas del club están puestas ahora en una pronta y justa resolución de la Cámara, que ponga fin a la dilatada cuestión de los padrones y el acto eleccionario. Dos causas, una civil y otra penal, que mantienen en la incertidumbre a miles de socios y ponen en riesgo la estabilidad institucional de Newell's, aún están pendientes de resolución y corresponden a denuncias hechas por la lista opositora, representada por el abogado Guillermo Lorente, sobre presuntas irregularidades en los padrones del club. Estos temas pusieron a la Justicia en el tapete y dieron lugar a las contrapuestas resoluciones de los jueces Ricardo Heitz y Rodolfo Bruch, suspendiendo y luego anulando las elecciones en la institución el primero de los magistrados y posibilitando la elección su colega del fuero civil y comercial. No ha sido frecuente en los últimos años este tipo de antagonismo jurídico en una misma instancia, como tampoco ha sido frecuente que una causa pasara de mano en mano por tantos juzgados y despachos judiciales como si existieran reparos o reticencias para tratar la cuestión y discernir la verdad dictando una justa sentencia. En rigor de verdad, hasta el momento quien puso las cosas en su lugar en la cuestión penal fue la jueza de instrucción de la segunda nominación, Alejandra Rodenas, hija del conocido dirigente centralista, quien sin más trámites desestimó rápida y expresamente la denuncia hecha por la oposición con relación a las supuestas irregularidades en los padrones y dijo sin pelos en la lengua: Esto no es un tema de la Justicia penal, para añadir que ni siquiera era un tema que debía tratar la Justicia. No obstante la resolución fue apelada y este expediente está ahora en la Cámara de Apelaciones. No corresponde al periodismo suplir el rol del juez y generar sentencias en vez de información, sin embargo, ante una realidad manifiesta y polémica tampoco puede sustraerse de ella. Y esta realidad es que la causa civil de Newell's, también por la misma cuestión de los padrones, empezó mal. Mal porque el juez Ricardo Heitz, ciertamente un magistrado reconocido y talentoso, pero también un manifiesto simpatizante y socio del club del Parque Independencia, debió haberse excusado por ello de entender en la demanda. Y siguió mal después, porque en opinión de no pocos abogados y magistrados del fuero rosarino, la demanda tal como estaba planteada en el marco de la ley 10.000 de intereses difusos debió haberse rechazado in límine. La demanda en el marco de la ley 10.000 no tiene sustento. Este tipo de medidas sólo se aplica contra decisiones de estamentos del Estado que perjudican al conjunto social siempre y cuando no haya un particular involucrado, dijo días atrás un magistrado al referirse al tema. Muchos juristas coincidieron en señalar que el legislador impulsó la ley de intereses difusos para aquellos casos en que se pone en peligro el interés social, tal como contaminación ambiental, quebrantamiento del ecosistema, por ejemplo, pero nunca cuando se debe dirimir una cuestión que afecta a una comunidad privada y cuyos efectos, sean cuales fueren, ni perjudican ni son de interés de la ciudadanía. La causa civil estuvo plagada de idas y venidas, de marchas y contramarchas, de errores y omisiones, es lo que en forma permanente se escuchó decir en los últimos días en los Tribunales rosarinos. Lo cierto es que lo único que se logró hasta ahora con esta dilación es hacer peligrar la estabilidad de una institución cara a los sentimientos de muchos rosarinos y desgastar innecesariamente su imagen. La vida de los hombres y de las instituciones no siempre se rigen por los tiempos del tecnicismo judicial que, al decir de Augusto Morello, el destacado jurista argentino, con frecuencia llega tarde y llega mal. Por eso resultaría inexplicable que prontamente no se adoptara una resolución que pusiera punto final a una cuestión que se extiende en el tiempo. Para Newell's, hoy las esperanzas están puestas en una decisión terminante de la Cámara de Apelaciones que dé por terminada esta demora que día tras día socava su prestigio institucional, mientras permanece vigente una resolución, la de Ricardo Heitz, que no conformó a los propios operadores de la Justicia.
|  El club del parque espera una resolución judicial. |  | Ampliar Foto |  |  |
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