Año CXXXIV
 Nº 48.984
Rosario,
domingo  31 de
diciembre de 2000
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Cuestionó la debilidad del gobierno nacional
Giorgetti: "En Argentina es necesario un blindaje político y social"
El diputado provincial dijo que la provincia merece proyectar un candidato presidencial como Reutemann

El diputado provincial Jorge Giorgetti aseguró que el gobierno nacional confundió fortaleza con debilidad y advirtió que el blindaje financiero debe usarse en el transcurso de 2001, porque así como protege puede asfixiarnos. También señaló que para dibujar una Argentina distinta es necesario aplicar un blindaje político y social.
-Estamos terminando un año con la conducción política nacional de la Alianza, luego de una década menemista. ¿Qué análisis realiza?
-Yo diría que en la última década Argentina tuvo verdaderas transformaciones pero con un alto costo social. A los justicialistas nos ha dejado el sabor amargo de una alta desocupación, lo que siempre conduce a mayor marginalidad y pobreza. Pero también nos deja la responsabilidad de encontrar desde la política el camino que nos acerque a poder recuperar la dignidad que nuestra sociedad desea. Consolidar esta democracia imperfecta que hoy tenemos debe ser el trabajo permanente de todos. Es verdad que la clase política debe romper el encapsulamiento que pareciese hoy envolverla para eyectarse desde la gente hacia la resolución de los grandes temas, que no son económicos; son sencillamente de entender al otro como un semejante y encarar entonces sí, con las herramientas que disponemos, las transformaciones necesarias para lograr la calidad de vida que todos merecemos. Sinceramente y, para los argentinos que la votaron -yo no la voté-, creo que la Alianza significó un asalto a la ilusión.
-¿Por qué?
-Primero, por la irresponsabilidad de la renuncia del vicepresidente Carlos Alvarez, que colocó a nuestro país en el camino de lo poco serio. Fue de tal gravedad que atentó contra la seguridad política, esa que miran los inversionistas antes de decidir a qué lugar apuestan sus inversiones. Y aquí me permito decirle al presidente De la Rúa que si, como dicen, Alvarez está buscando el reingreso al gobierno, sería menos serio aún que la renuncia permitirle el reingreso. Segundo, si hay algo que el contexto actual exige es vertiginosidad en los cambios, pero sobre respuestas rápidas y sólidas desde lo político. Esto lo exigen por igual la sociedad y los mercados. En este año hemos visto cómo se confundió poder y mando, consenso con abuso, fortaleza con debilidad. Y como ejemplo es suficiente recordar el impuestazo y la baja de salarios en medio de la recesión, la falta de políticas de integración regional con el resto del mundo, la consecución de políticas erráticas para con el Mercosur y la ausencia de políticas para reactivar el mercado interno.
-Pero, ¿entonces la Alianza no ha hecho nada bien? ¿No va a reconocerle el logro del blindaje?
-El blindaje, no nos engañemos, es un enorme paraguas que la economía argentina tiene que aprovechar si o sí en el 2001. La urgencia es porque así como protege puede asfixiarnos. Es decir, a través del blindaje se nos brinda previsibilidad en materia de tasas y eventuales necesidades de crédito que requiera la economía argentina. Pero cuidado: hay que generar al mismo tiempo políticas que acompañen. Por ejemplo, establecer un sistema tributario ágil, dinámico, seguro. Es decir, si la Alianza no produce los cambios económicos que se necesitan para resucitar el mercado interno, para combatir la evasión real, para incentivar lo productivo, sólo habrá sido un blindaje electoral. Eso sí, con una pesadísima carga para todos los argentinos a posteriori.
-¿Cuál es su propuesta?
-La respuesta no es fácil, pero para una Argentina con equidad de crecimiento necesitamos una mejor redistribución del ingreso. Para esto debemos replantear las políticas de demanda interna, impulsándola, y determinar algunos límites al ingreso comercial y al egreso financiero. Si esto se entiende, estaremos dibujando una Argentina distinta. Pero para que aquello ocurra es necesario aplicar el blindaje político y social.
-¿Usted va a seguir trabajando en favor de una candidatura presidencial de Carlos Reutemann?
-Rotundamente, sí. Es un buen síntoma que Reutemann haya expresado que los candidatos a diputados y senadores nacionales del 2001 surjan del resultado de la elección interna. De esta manera, las referencias aparecerán con total legitimidad. Es un buen paso para que, concluidas las internas, tengamos los referentes políticos que necesita la provincia de Santa Fe, para que el gobernador Reutemann, sin distraer su accionar de gobierno, tenga calificados interlocutores para la política grande, la que deberá poner a nuestra provincia en el contexto nacional que se merece. Y se merece proyectar un candidato presidenciable como el compañero gobernador.
-¿Qué opina sobre el proyecto de reforma política presentado por el senador Julio Gutiérrez?
-El proyecto no es claro. Si fuese un proyecto de ley nacional merecería otro análisis. El artículo 28 de nuestra Constitución nacional habla de la razonabilidad de las leyes, es decir, debe haber una adecuación entre el medio elegido y el fin propuesto. Hay aspectos de este proyecto en donde se excede la competencia provincial. A veces inclusive parecen antojadizos algunos de los considerandos, como por ejemplo la discriminación entre los aportes permitidos para financiamiento de campañas según sean personas físicas, jurídicas o grupos económicos.


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