Ibiza: espéndida, mediterránea

La tercera isla de las Baleares ofrece bosques, campiñas fértiles, playas de aguas limpias y hotelería de primer nivel

María Lourdes Bertozzi

Las islas Baleares son célebres en todo el mundo. Su geografía, mar, paisaje y clima es un verdadero privilegio. Parecen estar hechas para ser lugar ideal de reposo, pues todo se da cita en ellas para que la estada resulte especialmente grata y animada: bellos paisajes, abundantes bosques, campiñas fértiles, tranquilas y recoletas playas de aguas limpias, interesante folclore, temperatura y clima templados, y una industria hotelera de primer orden.
Pese a su proximidad y a los muchos lazos comunes, cada isla tiene acentuada su propia fisonomía y Mallorca, el paisaje dulce; Menorca, la serenidad; Ibiza, la personalidad; Formentera y Cabrera, la soledad.
Ibiza, tercera en extensión del bello archipiélago balear, tiene 541 km2 en los cuales viven 80.500 habitantes. De relieve accidentado, la isla ofrece paisajes de incomparable belleza. En el suelo ibicenco se suceden en una hermosa policromía, el bosque de pinos y los almendros tan característicos. Hay higueras y olivos. También, palmeras que reconocen la proximidad biológica de Africa.
La noria árabe y el molino de viento reemplazan en Ibiza casi por entero a las nubes y a la lluvia. Apenas llueve. Lo común es la luz, espléndida y mediterránea, inundándolo todo, llenando este feliz paraíso. El clima es muy benigno. En esta deliciosa isla se disfruta de una eterna primavera.
El puerto de Ibiza dista 162 millas de Barcelona, 70 de Palma de Mallorca, 100 de Valencia, 101 de Alicante y 152 de Argel. Su aeropuerto no se cierra ni un solo día del año por causas meteorológicas adversas. Es magnífico, uno de los de mayor tráfico en Europa. El viaje en avión se realiza desde Valencia en media hora, desde Barcelona en apenas una hora y desde Palma en unos veinte minutos.
Capital de la isla, Ibiza es una ciudad risueña y marinera, construida casi verticalmente sobre una montaña al borde del mar. El barrio de Dalt Vila es el grupo primitivo del poblado y en él se alzan antiguas casas señoriales, el ayuntamiento y la catedral, reconstruida en el siglo XVII. Fue fundada por los cartagineses 654 años a. de C. y posee importantes murallas del siglo XVI.
Las playas más importantes de la isla son Sant Josep (9.095 habitantes) Sant Antony de Portnamy (12.244), Sant Miguel (1.817), Sant Joan (3.287) y Santa Eulalia del Río (17.615). Justamente en Sant Miguel es donde se encuentra el Hotel Hacienda Na Xamena. A 22 Km al nordeste de Ibiza, está situado en el centro de una de las últimas zonas vírgenes del mapa ecológico de Europa que invita a disfrutar de momentos privilegiados en la dulzura de la isla.
Con vista privilegiada sobre el mar y las calas todavía salvajes, en el hotel se realizan cenas a la luz de las velas con excelentes vinos españoles y extranjeros, conciertos e inolvidables puestas del sol. El pasajero encuentra la tranquilidad en toda su pureza.
El Hacienda tiene 52 habitaciones con hidromasajes privados con vistas al mar y 9 suites. Por su nivel pertenece a la cadena Relais

Chateaux. El personal es sumamente cálido y están permanentemente al servicio del pasajero. Posee tres piscinas al aire libre y también cubiertas.
Desde su excepcional restaurante se observa el Mediterráneo. Posee también cancha de tenis y boutique de artículos de primera línea, además de una galería de arte fantástica adyacente donde se puede observar la pintura típica del lugar. Relais Chateaux sigue fiel a las cinco C que constituyen una tarjeta de visita de calidad y unas características que ligarán para siempre a la clientela: cortesía, calidez, carácter, calma y cocina.

Una vista de ensueño desde la piscina del hotel Hacienda.