Año CXXXIV
 Nº 48.984
Rosario,
domingo  31 de
diciembre de 2000
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Como el tábano sobre el noble caballo
Dos publicaciones de un mismo grupo apuestan desde Venado Tuerto a la "desacralización de la cultura"

Carlos Walter Barbarich

Desacralizar las cuestiones culturales para volcarlas a la gente en forma masiva y popular es uno de nuestros motivos primordiales, dice uno de los editores de la revista venadense Lote, Fernando Peirone, para dejar bien en claro por qué es una de las ediciones más vendidas del país en ese rubro. Desde abril de 1997 la publicación está en la calle ininterrumpidamente, en quioscos de la zona y en más de 2000 bibliotecas populares de la Argentina, a través de un convenio sellado con la Dirección Nacional de Bibliotecas Populares.
Para hablar de Lote hay que remontarse a mediados de los años 80, cuando un grupo de jóvenes venadenses, progresistas y libertarios, decidió sacar del ostracismo a la vieja biblioteca Florentino Ameghino, enclavada en un barrio ferroviario de esa ciudad.
Aquellos jóvenes de ayer coparon literalmente la conducción de la biblioteca y formularon una serie de cambios, sobre todo culturales, que no sólo se reducían al aspecto edilicio sino que también abordaban cuestiones de fondo, vinculadas al quehacer de una ciudad a la que veían como conservadora en su esencia.
Cuando comenzamos a trabajar en la Biblio lo hicimos a través de un proyecto cultural. Así se llegó a relanzar la Ameghino a lugares muy distantes del país mediante distintas actividades, dice Fabián Vernetti, otro de los editores de Lote y miembro activo de aquella movida.
Ese mismo grupo activo de jóvenes, y con la definitiva puesta en marcha de la biblioteca, entremezcló cuestiones que de por sí, parecían antagónicas: Fútbol y cultura. En el año 1985 deciden participar en el torneo de la liga venadense y para sorpresa del mundo futbolista, se consagraron campeones consecutivos en dos oportunidades y hasta llegaron a jugar un partido preliminar, de copa Libertadores, en el estadio Rosario Central. Incluso el ex Ajax, Iván Gabrich, vistió los colores de la Biblio en los torneos regionales.
A tal punto fue curioso el equipo que diarios y revistas del país y del mundo, dedicaron sendas páginas explicando la movida cultural y futbolística que se estaba gestando en Venado Tuerto. Paralelamente los muchachos encaraban un proyecto de Universidad libre en el cono sur de la provincia de Santa Fe. Intelectuales de renombre y de todas partes del país dieron charlas en la biblioteca Florentino Ameghino y ofrecieron cátedras libres.

Con espíritu combativo
No obstante la cohesión que caracterizó al grupo durante varios años, los editores de Lote (Fernando Peirone, Hugo Vázquez y Fabián Vernetti) sostienen que la revista continúa el espíritu combativo de esos años a diferencia de otro grupo de aquellos años que hoy están embarcado en un proyecto más comercial como es un bar.
Apostar por la cultura implica riesgos económicos que te llevan en algunas ocasiones a cagarte de hambre, como nos pasó en muchos momentos dice Peirone, quien resalta que el actual proyecto nos permite vivir de lo que nos gusta y en lo que creemos que servimos.
Con Lote apostamos a cambiar el formato típico de las revistas culturales, que apuntaban a una elite intelectual, para llevarla a un diseño comercial, dice Hugo Vázquez. El contenido de la revista -agrega- apunta a que la pueda leer todo el mundo y de hecho eso es lo que sucede.
La mayoría de las escuelas del departamento General López y la totalidad de las bibliotecas populares del país reciben mes a mes la revista merced a distintos convenios sellados con instituciones nacionales y empresas venadenses. Además un porcentaje de las revistas que se editan, es destinado a los chicos de la calle de Venado Tuerto, que se quedan con la totalidad del precio de tapa.
Fabián Vernetti no se siente profeta en su tierra. La revista está declarada de interés provincial por la Cámara de Diputados -dice-, es reconocida en el ámbito nacional, se vende incluso en el exterior y para la secretaría de cultura de la Municipalidad de Venado Tuerto es como que no existiera.

El grano de la clase política
El mensuario El Entuerto aparece como una suerte de desprendimiento del mismo proyecto cultural pero abordado desde la óptica política y cotidiana de los venadenses.
En sus once ediciones, las páginas de El Entuerto no pasaron desapercibidas para la clase política, ni para el clero, ni para la Justicia de la ciudad. Muchos de los temas abordados fueron tomados como elementos de prueba o para dar comienzo a investigaciones judiciales.
El presunto pedido de coimas por parte de funcionarios municipales a directivos de una Cooperativa Eléctrica para extender la concesión del servicio de luz en la ciudad determinó que fueran a declarar algunas autoridades de la municipalidad y de la propia cooperativa.
Lo mismo sucedió con una cronista de esa revista que se hizo pasar por una paciente que quería hacerse un aborto y luego realizó la denuncia en los estrados judiciales. La fiscal Elizabeth Mangini citó a declarar por este hecho a un médico de la ciudad que presuntamente realizaría abortos clandestinos y en forma poco aséptica.
Otra de las notas que levantaron polvareda en la ciudad fue el análisis que la revista hizo sobre el agua envasada que se comercializaba en la ciudad. Algunas de estas empresas, de renombre y trayectoria en la ciudad, comercializaban -según la investigación- agua en condiciones no aptas para el consumo. También en este caso intervino de oficio la Justicia.
Para el clero tampoco pasó desapercibida la revista ya que en una de sus ediciones (El sexo de los venadenses) se cita subrepticiamente a dos sacerdotes, uno de Venado Tuerto y otro de Murphy, como personajes que mantenían relaciones homosexuales con un taxi boy de la ciudad.
Con El Entuerto tuvimos desde el primer momento una trascendencia que no habíamos logrado antes, dice Hugo Vázquez, quien define a la publicación como un grano en el culo para la clase política y para el establishment local, que hace todo lo posible para que a nosotros nos vaya mal económicamente.
Las dos revistas funcionan en la redacción de Pellegrini 560 y tienen, además, un teléfono disponible para realizar consultas y denuncias (03462-426153) y páginas en Internet para visitar las distintas ediciones. Una es www.revistalote.com.ar y www.elentuerto.com.ar



Los editores de las revistas Lote y El Entuerto.
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