Año CXXXIV
 Nº 48.984
Rosario,
domingo  31 de
diciembre de 2000
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Se estrena Las mil y una noches
Pepe Cibrián Campoy: "Soy un hombre de lucha"
El director apuesta otra vez al musical con una producción de Tito Lecture que montará en el Luna Park

El director Pepe Cibrián Campoy, después de varios años, volverá al Luna Park de Buenos Aires a partir del 10 de enero de 2001 con el musical Las mil y una noches, con producción de Tito Lecture y música original de Angel Mahler.
Si bien la imagen primera de la historia de Sherezade cruzó por su mente viendo a Juan Rodó caminando hacia el escenario en uno de los ensayos de su último espectáculo, el texto de la obra lo escribió el director en su casa de mar durante el verano.
Tenía muy claro los tres personajes y el conflicto. El sultán, la madre y la mujer de la que se enamora que, de alguna manera, es la continuación de la imagen materna. Hay una gran analogía en las vidas de ambas, por eso resulta tan conflictiva la relación, explicó Cibrián Campoy.
Los personajes de sus musicales suelen tener características muy especiales como Drácula o El Jorobado de Notre Dame y eso hace suponer que al escribirlos Cibrián tiene en mente a algún actor o actriz en particular.
Es común que piense en alguien -confirmó-. Por ejemplo, en todas mis obras hay madres y siempre aparece en mi mente la (Ana María) Campoy, es algo inevitable. Muchas veces me es difícil cumplir ese rol porque es una mujer con una personalidad muy fuerte, pero hubo muchas actrices que cubrieron esas madres campoyanas.
Pero en este caso es más difícil porque es una gran protagonista de la obra y requería una actriz con autoridad en el escenario, de lo contrario la obra no se puede sostener, más allá de la belleza del texto y de la música maravillosa de Angel Mahler, subrayó.
Fue precisamente Ana María Campoy la que sugirió el nombre de Claudia Lapacó para la Sultana Feyza. Me causó mucha emoción -destacó- que una mujer tan profesional esté dispuesta, además, a dar una prueba. En mis proyectos rara vez se presenta un profesional. Yo sé que los actores de mi país me respetan mucho, pero igual no se prestan a dar una prueba.
Por supuesto -aclaró- fue una prueba muy cerrada entre ella, Angel y yo, con un gran respeto, porque lo que había que probar era la voz, no su calidad artística. Descubrí que tiene una voz maravillosa y en cuanto dio la primera nota ya estaba aceptada para el personaje.
Con el andar de los ensayos, Lapacó resultó el personaje soñado por Cibrián. Desde ahora, me va a costar mucho cubrir las futuras madres que escriba porque voy a tener que pensar en la Campoy y en Lapacó.
Dentro de la objetividad con que puede mirar su propio espectáculo, el director se mostró más que satisfecho. Sinceramente creo que es el espectáculo más crecido de los que he hecho hasta ahora porque es el último y también creo que es la partitura más bella escrita por Angel aunque, seguramente, la próxima será aun más bella, declaró convencido.
El realizador también se refirió a la puesta escenográfica de Las mil y una noches, en la que se observan varios decorados donde juega mucho la amplitud. Es una obra bastante realista -declaró el director-. Son macro escenarios, con espacios inmensos y sólo dos personajes en él. El cuarto de Sherezade, por ejemplo, es de 30 metros y sólo están los dos personajes protagónicos. Además, el movimiento de ambos es muy escaso, con lo cual se logra un tono intimista a pesar de la amplitud, describió.
Aunque sus personajes predilectos suelen ser marginados y solitarios con un mundo interno muy tierno, Cibrián declaró no identificarse con ellos. Además de remar muchísimo y trabajar como un animal toda mi vida por cumplir mis sueños, también trabajé con ahínco por mantener mis afectos, afirmó. Aseguró no sentir la soledad del éxito y como prueba aseveró tener buenas compañías, entre las que destacó dos amigos íntimos que son como mi familia, varios amigos cotidianos y una familia fantástica.
A punto de iniciar el ensayo de luces, dijo conmovido: Es una gran emoción llegar acá y ver toda esta parafernalia, porque un día yo le propuse un sueño a Tito Lecture y él lo aceptó. Eso es un milagro, pero también es un milagro -acotó- un sótano y una lámpara con una vela.
El infatigable luchador que un día proclamó desde un escenario Aquí podemos hacerlo y que creó un estilo de musical a la manera argentina, se definió como fuertemente vulnerable. Soy fuerte porque soy un hombre de lucha -puntualizó- pero las cosas que tienen que ver con el afecto, me destrozan o me dan plenitud. No tengo rencores ya que tengo poca memoria para los malos momentos pasados.
Al finalizar la temporada el elenco saldrá en gira con Las mil y una noches y, a manera de primicia, el director adelantó que con Angel Mahler están pensando en el próximo musical que podría ser Calígula o El retrato de Dorian Grey.



El director Pepito Cibrián.
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