El brasileño Wilson Dos Santos pidió ayer postergar su declaración indagatoria en la causa por falso testimonio que se le abrió por sus dichos contradictorios sobre el atentado a la mutual judía Amia, y solicitó, además, que se impida el acceso de periodistas a su lugar de detención.
Al enfrentarse cara a cara con el juez federal Claudio Bonadío por primera vez desde que llegó extraditado de Suiza, el brasileño -considerado clave en la causa Amia- pidió ayer postergar su declaración hasta que vuelva de sus vacaciones Teodoro Alvarez, el abogado particular que intenta designar como defensor.
Además, Dos Santos solicitó al magistrado en los tribunales del barrio porteño de Retiro que hasta que se concrete este trámite impida que funcionarios judiciales que no sean aquellos directamente relacionados a la causa por falso testimonio lo visiten en su lugar de reclusión.
La estrategia del detenido
Con estos pedidos, según evaluaron fuentes tribunalicias, el brasileño anticipó su intención de evitar hablar sobre otras causas como, principalmente, la que investiga el atentado terrorista del 18 de julio de 1994.\Fueron sus advertencias fallidas en tres consulados europeos sobre un atentado contra una sede judía en refacción en Argentina las que hicieron entrar en escena al brasileño, de quien la policía y la Justicia creen se trataba de un agente de inteligencia del país vecino.\Una vez que explotó la sede de Amia, Dos Santos declaró ante la policía, dio nombres y pistas sobre una presunta conexión iraní del ataque pero luego, ante el juez que investiga el atentado, Juan José Galeano, se desdijo y aseguró que todo fue invento.\Pero el invento incluyó muchos datos que, chequeados, resultaron ser ciertos y por eso el juez pidió abrir la causa por falso testimonio agravado que recayó en el juzgado de Bonadío y terminó con la extradición del brasileño.