Rodolfo Montes
En un ambiente cool porteño, con artistas y funcionarios del gobierno nacional unidos por la misma causa, se lanzó el ciclo Argentina en Vivo, segunda edición. Se trata de 13 recitales programados en otros tantos pueblos ( ver aparte) y ciudades del país, varios de los cuales jamás recibieron artistas de primer nivel ni tampoco la posibilidad de tener un show gratuito y producido profesionalmente. El Argentina en Vivo empezará a rodar el 6 de enero con Divididos en Ushuaia y cerrará con Mercedes Sosa el 3 de marzo en Santa Catalina, Jujuy, un pequeñísimo pueblo ubicado en el extremo norte del país. Estos dos recitales serán transmitidos por Canal 7 en el mismo día de su realización, a las 22, en tanto los restantes 11 podrán verse en un ciclo especial, todos los martes a la misma hora. Las transmisiones nacionales a través de la pantalla estatal tendrán una única traba, ya que Luis Alberto Spinetta exigió que su recital del 15 de febrero en San Rafael (Mendoza) no sea transmitido a la Capital Federal. Frente a esta situación, trascendió que las autoridades aceptarán el pedido del artista. También podrán escucharse por Radio Nacional los recitales de La Mona Giménez y de Mercedes Sosa, en todo el país, en tanto que las demás presentaciones serán reproducidas por la porteña FM Supernova. El ciclo, presentado ante la prensa en el Hard Rock Café de Recoleta, tiene una importante novedad: se hará una película que pretende mostrar los trece lugares elegidos, con un director distinto para cada cortometraje de cinco minutos de duración. En Neuquén, donde actuará Fito Páez, el cineasta convocado por la Secretaría de Cultura de la Nación fue el rosarino Gustavo Postiglione, director del suceso El asadito. El lanzamiento de esta segunda parte de Argentina en Vivo contó con mini-recitales acústicos de Leo García y María Gabriela Epumer. En el relajado clima de una conferencia de prensa informal, artistas de distintos palos se juntaron con el secretario de Cultura y ex vocero presidencial, Darío Lopérfido, conformando un verdadero abanico estético y estilístico, lo que parece ser el tono dominante de esta gigantesca gira veraniega de músicos populares argentinos. La foto del circunspecto Secretario de Cultura abrazado a ambos lados por un excitado Mona Giménez y un atónito Julio Bocca, fue la postal más importante de la tarde y habla de la diversidad cultural que ofrece un país con tierras y gentes lejanas y dispersas. Argentina en Vivo quiere ir enhebrando historias, lugares, y expresiones artísticas, intentando una mirada longitudinal y transversal del territorio; revelándose a la implacable macrocefalia porteña que todo se lo fagocita. Todo un desafío. Para Darío Lopérfido el consumo cultural crece en la medida que crece la oferta y por eso vamos a lugares que nunca fuimos, para crear esa necesidad. Cuando empezamos a hacer esta experiencia de shows al aire libre en la ciudad de Buenos Aires, intensificamos la cantidad de recitales. Se hacían cuatro en todo el verano y nosotros pasamos a hacer veinte y la gente terminó yendo y pidiendo más explicó el hombre de confianza del presidente De La Rúa y luego continúo: Se trata de un hábito, en una ciudad donde no hay un cine o no hay un teatro no se puede esperar que la gente busque ir al cine o al teatro. Estudios recientes sobre la composición social del público que concurre a estos recitales gratuitos, dice que solo un 27 % corresponde a sectores bajos de la sociedad. El porcentaje parece bajo, pero es porque nunca han tenido una oferta cultural sostenida. Además hay que decir que para ese 27 % es la única posibilidad que tienen hoy de disfrutar en vivo un artista de primer nivel como los que actúan en Argentina en Vivo, completó Lopérfido.
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