Año CXXXIV
 Nº 48.982
Rosario,
viernes  29 de
diciembre de 2000
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Dos procesados por el asesinato del dueño de una agencia de loterías

Dos jóvenes de 20 y 21 años fueron procesados por el brutal crimen del agenciero Guillermo Schoeller, asesinado el 20 de julio pasado cuando dos delincuentes ingresaron con fines de robo a su local de San Juan 3007. El hombre disputaba una partida de truco con otros tres conocidos cuando entraron los asaltantes y los despojaron de su dinero. El episodio tuvo un desenlace tan violento como inesperado: uno de los agresores ultimó de un disparo en la cabeza al dueño del negocio, sin motivo alguno. Además de los dos procesados por el robo que terminó en homicidio, un tercero irá a juicio como cómplice del asalto.
El juez de Instrucción Nº 7, Eduardo Suárez Romero, procesó a Daniel Alberto Ferreyra, de 21 años, acusado de ser el autor del disparo; y a Sergio David Pérez, de 20, por robo calificado por homicidio (con penas de 10 a 25 años de prisión). También procesó a Miguel Amalio Pérez, de 34 años, como partícipe secundario del robo a mano armada.

Testigos clave
Para determinar quiénes fueron los presuntos responsables del crimen resultó clave la participación de tres testigos del hecho: los hombres que el mediodía del 20 de julio se encontraban jugando al truco con el agenciero. Esa era una actividad que compartían a diario, dado que el negocio está ubicado frente a una parada de taxis y los choferes solían jugar a las naipes mientras esperaban pasajeros.\En eso estaban cuando aparecieron dos muchachos en una moto scooter roja, que dejaron estacionada sobre la vereda. De inmediato aclararon que se trataba de un asalto, golpearon a uno de los hombres, empujaron a otro detrás del mostrador y les quitaron su dinero. Todo transcurrió sin que nadie ofreciera resistencia.\El agenciero les dio la billetera, pero antes de que se marcharan les rogó que no se llevaran sus documentos. Entonces uno de los asaltantes le exigió que abriera la caja registradora y sin darle tiempo a nada le disparó en la frente a corta distancia. Los ladrones huyeron y la víctima se desvaneció en los brazos de un amigo. La inexplicable muerte del Gordo -así lo llamaban en la cuadra- conmocionó a los vecinos de San Juan al 3000, donde desde hace seis años Schoeller tenía la agencia de loterías y vivía junto a su mujer y sus dos hijos.\El documento que el agenciero había reclamado apareció poco después en bulevar Avellaneda y Seguí. Eso hizo presumir a los investigadores que los responsables del hecho vivían en la zona sur. Así, Ferreyra fue reconocido por los testigos en un álbum fotográfico como la persona que disparó.\Una nueva pista la ofreció el secuestro de la moto usada en el robo. Su dueño dijo que ese día prestó el scooter a Miguel Amalio Pérez. Este alegó que no lo usó, pero no pudo justificar para qué lo había pedido prestado ni porqué lo devolvió esa tarde. Por eso el juez entendió que Pérez colaboró con el robo al aportar el vehículo.\Además, el propio Pérez mencionó como autor del hecho a un tal Mandy que había conocido en la cárcel. Se trata de Sergio David Pérez, quien fue detenido en un tiroteo (ver aparte) y que luego los testigos señalaron sin dudar.\En la resolución, que fue apelada, el juez dictó la falta de mérito a Walter Darío Arriola, quien había sido acusado del crimen por uno de los imputados. Además, destacó el desempeño de la Brigada de Homicidios en dos notas que envió a la jefatura de la Unidad Regional II y al Ministerio de Gobierno.


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