El gobierno nacional negociará con cada una de las provincias la armonización y reforma de políticas tributarias, según se informó ayer al término de la reunión que el presidente Fernando de la rúa y un grupo de ministros mantuvo con los gobernadores de todas las provincias del país.
El encuentro realizado en la Residencia de Olivos apuntó a comprometer a las provincias en la discusión de un nuevo acuerdo federal destinado a bajar la carga impositiva en los distintos niveles de la administración pública y reformar las estructuras políticas para reducir el gasto. Sin embargo, buena parte de la reunión se la llevó la discusión en torno de la polémica propuesta del gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, de suprimir los Ministerios de Desarrollo Social, Trabajo y Educación. Al igual que lo ocurrido durante las negociaciones en torno del compromiso federal, la interna justicialista asomó en el encuentro de ayer y la mayoría de los mandatarios prefirió tomar distancia de la iniciativa del mediático gobernador bonaerense.
El ministro del Interior, Federico Storani, y los gobernadores de Jujuy, Eduardo Fellner; de Neuquén, Jorge Sobisch, y de Mendoza, Roberto Iglesias, oficiaron de voceros del encuentro.
Hemos ratificado la necesidad de avanzar en conversaciones bilaterales ya que cada provincia tiene sus particularidades, expresó Fellner, quien anticipó que en los próximos 15 días el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, entregará a cada gobernador una agenda tentativa para comenzar a analizar la reforma fiscal.
Frente a la falta de anuncios de peso, Storani advirtió que el presidente señaló que no hay que generar grandes expectativas y tener gran prudencia sobre la reforma impositiva ya que se puede crear una actitud de espera entre los contribuyentes que conspiraría contra las metas de recaudación.
En la reunión, que se realizó en el quincho de la Residencia de Olivos, estuvo presente -además de Colombo, Machinea y Storani- el secretario general de la Presidencia, Horacio Jaunarena.
Sólo dos gobernadores no asistieron al encuentro amenizado con varias rondas de café: el cordobés José Manuel De la Sota (PJ), debido a una fractura que sufrió en su pie derecho, y el chubutense José Luis Lizurume (UCR), aunque ambos enviaron representantes. Entre los participantes estuvo el santafesino Carlos Reutemann. El santacruceño Néstor Kirchner, quien se negó a firmar el último compromiso federal, participó de la reunión, pero no se fue muy convencido: La reunión fue tan mala que hasta De la Rúa estaba aburrido, dijo.
Durante el encuentro se planteó el análisis de la puesta en marcha del Plan Federal de Infraestructura, que el gobierno pretende sacar por decreto para luego ratificarlo, en marzo, por el Congreso. En ese aspecto, el jefe de Gabinete comentó que de acuerdo con los cálculos oficiales, entre enero y marzo de 2001, se destinarían unos 700 millones de dólares para obras públicas.
Ruckauf dio la nota
El encuentro fue dominado en gran parte por la polémica en torno de la propuesta de Ruckauf de eliminar tres ministerios y unificar la ayuda social en una agencia especial. Si bien la unificación de planes sociales es una idea que estudia el gobierno, los funcionarios defendieron la continuidad de los Ministerios de Educación, Salud y Trabajo. Durante su exposición, Ruckauf reclamó la implementación de un blindaje social -acordado por los gobernadores del PJ en una reunión previa- y expuso su propuesta de crear legislaturas unicamerales en todas las provincias para reducir los gastos políticos.
Antes de arribar a Olivos, los gobernadores del PJ consensuaron una carta dirigida a De la Rúa donde reclamaron la implementación de un blindaje social para los jefes de familia desocupados. Los gobiernos provinciales han hecho enormes esfuerzos que han permitido a la Nación obtener un blindaje financiero, esto no es suficiente sin cobertura a los desocupados y sin reactivación económica, aseguraron. Los justicialistas dijeron que es necesario bajar drásticamente el costo de los puestos políticos, eliminar áreas prescindibles, perseguir a los grandes evasores y bajar los impuestos.