La empresa santafesina Bosio, una de las líderes argentinas en la fabricación de equipos para la industria láctea, transferirá el 50% de su paquete accionario al grupo sueco De Laval Holding BV en el marco de un acuerdo de asociación que le permitirá potenciar su estrategia de internacionalización. El acuerdo, que empezó a negociarse hace un año, será oficializado dentro de un mes, cuando pase el filtro de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, encargada de verificar que la operación cumpla con la ley antimonopolio. La norma, de reciente sanción en el país, impone una investigación oficial en caso de alianzas entre empresas cuya participación en el mercado pueda inducir a una posición dominante, y en el caso de Bosio y De Laval, juntan cerca del 50% del mercado. Desde ambas firmas descuentan que el acuerdo tendrá dictamen favorable ya que en el mercado de ordeñadoras y equipamiento para la industria láctea existen más de una decena de empresas que se reparten la torta. Aún así, se trata del primer caso en el que, por una cuestión de envergadura, una empresa santafesina debe someter un acuerdo al análisis de defensa de la competencia. Juan Bautista Bosio es una empresa que nació en El Trébol en 1904 y llegó a convertirse en uno de los proveedores más importantes de equipamiento para la industria láctea. Fabrica y vende ordeñadoras, tanques de enfriamiento, mixers, bretes y comederos, no sólo en Argentina sino también en Brasil y Centroamérica. A principios de año comenzó a fabricar equipos en el principal socio del Mercosur. Actualmente, factura unos 8 millones de dólares anuales. La sueca De Laval es una de las fábricas de equipamiento para tambos y usinas lácteas más importantes a nivel mundial. En Argentina tiene presencia desde los años 40, a través de la importación y venta de productos con la marca Alfa Laval. En la década del 90, el grupo sueco se fusionó se fusionó con Tetra, el principal proveedor de tecnología para la fabricación de envases del tipo tetrabric, utilizados también en el sector lácteo. La envergadura global del grupo Tetra Laval, que tiene presencia en los principales mercados del mundo, permitirá a Bosio potenciar su estrategia de internacionalización, aunque las dos marcas coexistirán en forma independiente en el mercado. La firma de El Trébol mantendrá su línea de producción en Santa Fe y además podría fabricar productos que Alfa Laval actualmente importa. El management estará a cargo de una comisión bipartita. En los últimos dos años, el sector lácteo fue afectado por una severa crisis, que provocó una desaceleración del ritmo de inversión tecnológica que los tambos argentinos sostuvieron durante toda la década del 90. La situación del mercado movilizó las fusiones, compras y asociaciones entre empresas del sector lácteo, fundamentalmente las usinas procesadoras de leche. La más reciente de esas operaciones fue la alianza anunciada por Sancor y Milkaut para unificar sus sistemas de comercialización. Al parecer, la fiebre de alianzas también llegó a los proveedores.
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