Año CXXXIV
 Nº 48981
Rosario,
jueves  28 de
diciembre de 2000
Min 20°
Máx 32°
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





El elegido de la semana
Por las bateas: Rage Against The Machine/Renegades
El grupo rastrea la rebeldía del rock en un disco de covers

Carolina Taffoni

Tal vez debimos prestarle un poco más de atención a Rage Against The Machine (RATM), en lugar de estar tan entretenidos con sus vecinos del sur de California, como The Offspring. Tal vez debimos tratar de comprender sus letras incendiarias sobre la injusticia social y el imperialismo cultural, en vez de estar escuchando la versión del tema de Misión imposible que hizo Limp Bizkit. Ahora tal vez sea un poco tarde. El líder de Rage, Zack de la Rocha, acaba de abandonar el grupo, y el destino de la banda de las posturas radicales es incierto.
Sin embargo, no todo está perdido. Entre la avalancha de recopilaciones y discos en vivo inútiles que se edita en Navidad, todavía estamos a tiempo de rescatar el (¿ultimo?) álbum de Rage Against The Machine, Renegades, un compilado de covers que es mucho más que eso.
Probablemente sin buscarlo, o porque forma parte de su esencia, los RATM descubren la conexión rebelde del rock en este disco, demostrando que ninguno de los versionados, atravesando todas las épocas y estilos, es tan diferente como parece. Así asocian sin problemas a Bruce Springsteen con Cypress Hill, a Bob Dylan con los Stooges, a los Rolling Stones con los MC5, y a toda esa lista con ellos mismos, reflejándola en su actitud y en su sonido.
El primer tema, Microphone Fiend, un clásico del rap de Eric B. and Rakim, le sirve al grupo para desplegar su maquinaria de hardcore y hip hop de alto voltaje. Zack de la Rocha puede cantar, rapear y susurrar con la misma expresividad e intensidad, y la guitarra de Tom Morello conduce el ritmo sobre una base indestructible.
Con la misma estructura pueden rastrear las raíces del punk. Su versión de Kick Out The Jams, el himno de guerra de 1969 de los MC5, la combativa banda de Detroit ignorada en su momento, revitaliza el salvajismo de la original. Y en Down On The Street, de los Stooges, De la Rocha se convierte en el Iggy Pop de los 70.
El grupo suena irreconocible cuando se despoja de su pirotecnia para lograr una versión acústica y escalofriante de Beautiful World, un tema perdido de Devo, otra banda olvidada de los 70. Y después divierte cuando se disfraza de funky en Renegades of Funk, de Afrika Bambaataa, con un groove irresistible nacido para el baile de protesta.
Renegades conmueve en la increíble versión de How I Could Just Kill A Man, un temazo de Cypress Hill que con una sola frase explica qué separa a tu barrio de los realmente marginales (Acá hay algo que vos no podés entender/ Cómo simplemente pude matar a un hombre). También transforma en grito de guerra una historia políticamente incorrecta de Springsteen (The Ghost of Tom Joad) y actualiza ese himno de rebeldía contenida que es Street Fighting Man, de los Rolling Stones.
Al final, los Rage recuperan para el nuevo siglo todo el significado de Maggie's Farm, de Bob Dylan, y Zack de la Rocha canta con su tono más nasal el relato que escupe la rebeldía más primaria: el rechazo de la esclavitud. En el booklet del compacto ni se nombra a los autores originales de los temas. En su lugar hay direcciones para comunicarse con distintos organismos relacionados con la defensa de los derechos humanos. Parece que ese es el único mensaje que le interesa a RATM, pero Renegades certifica lo contrario. Mucho antes están las canciones, que lo dicen todo por sí solas.



Ampliar Foto
Notas relacionadas
Novedades
Diario La Capital todos los derechos reservados