El destacado arquitecto catalán Antoni Gaudí, creador entre otros de la iglesia de la Sagrada Familia en Barcelona, no murió pobre como se creía hasta ahora, sino que al parecer contaba con un patrimonio de 13 millones de pesetas al cambio actual (unos 73 mil dólares). Según indicó ayer el diario La Vanguardia, este descubrimiento se produjo gracias a que fue hallada una copia del testamento que el arquitecto había elaborado en 1911 y que se creía perdido por un incendio que destruyó la notaría de Puigcerda en la que estaba guardado.
De acuerdo con el documento, encontrado en un archivo eclesiástico, Gaudí (1852-1926) poseía una casa en el parque Güell de Barcelona, una vivienda en el campo, terrenos y dinero en efectivo. Todos esos bienes los legó a la iglesia, y de allí que se conservara una copia del testamento, recogida antes de que se quemara el original en un incendio provocado por anarquistas en 1936.
Colaboración de mecenas
Durante su vida, la obra de Gaudí fue muy criticada en España y su financiación se debió a las colaboraciones de mecenas. Hoy se lo considera el primer arquitecto ecológico y la Sagrada Familia ya lleva más de 100 años de obras sin que se haya podido concluir. Gaudí murió sin haber podido concluir el templo, que se comenzó a levantar en 1880 y es uno de los atractivos turísticos más importantes de Barcelona.
Hasta ahora en la nave hay construidos 18 ventanales, 160 columnas y 75 lucernarios circulares en las bóvedas. Para una fase posterior quedará el gran cimborrio, una torre que situará la Sagrada Familia como el edificio más alto de Barcelona, y que descansará sobre cuatro grandes columnas, realizadas con piedra de pórfido, la roca más dura que existe, subrayó Jordi Bonet, arquitecto encargado de la obra.