Korolyov, Rusia. - Funcionarios del programa espacial de Rusia restablecieron ayer el contacto con la estación Mir, después de casi 20 horas en las que se temió que el puesto orbital hubiera empezado a girar peligrosamente en forma descontrolada. Se trata del más reciente traspié para la estación orbital, que el gobierno ruso había resuelto con renuencia provocar su descenso controlado a fines de febrero. Como consecuencia de este hecho potencialmente desastroso, la Mir podría quedar fuera de control y caer a tierra sin dirección, como le sucedió a su antecesora Salyut-7.
El director de la misión de control, Vladimir Solovyov, descartó cualquier posibilidad de que la estación espacial caiga a la tierra de manera inesperada. No hay ninguna amenaza, dijo Solovyov en declaraciones a los reporteros. Indicó que la suspensión en las comunicaciones con la anticuada estación, construida en la era soviética, había sido uno de los peores incidentes en sus catorce años en el espacio.
Varios intentos frustrados
El centro de control de vuelos en las afueras de Moscú perdió contacto con la Mir en torno a las 15 hora local (12 GMT) del lunes y sólo logró restablecerlo ayer por la tarde, después de varios intentos frustrados. Yury Semyonov, el jefe de la corporación Energiya responsable de las operaciones de la Mir, dijo que los paneles solares del puesto orbital parecían ser la causa del problema. Semyonov desestimó las versiones de u na crisis. Yo no azuzaría las pasiones en torno a esta situación. Durante nuestro contacto pudimos recibir datos telemétricos (de instrumentos eléctricos), dijo el ejecutivo, después de que el contacto se restableció fugazmente durante un intento previo. El radiotransmisor funcionó durante siete minutos pero después se perdió de nuevo la conexión, indicaron a la agencia Itar-Tass en el Centro de Vuelos. Ahora se intenta dictaminar si hay una avería permanente o la falta de conexión se debe a factores como la gran actividad solar de estos días u otras razones. Indicaron que para restablecer el contacto permanente se puede tardar aún varios días.
El contacto radiofónico se efectúa varias veces al día pero cuando a primeras horas de la tarde del lunes se intentó establecer la conexión, sólo se obtuvo el silencio desde la órbita a 315 kilómetros en que está la Mir. Hemos creado un grupo de especialistas para trabajar en su análisis. Probablemente fue causa de un problema con el suministro de energía a bordo de la Mir, dijo.
Mir fue en una oportunidad el orgullo del programa espacial de Rusia, con una serie de marcas de durabilidad. Pero Moscú decidió en noviembre desechar la nave, cada vez más propensa a accidentes, a fines de febrero, poco después de que cumpla 15 años de lanzada.
Rusia necesita mantener contacto con la estación de 130 toneladas, que ha estado sin tripulación durante meses, si es que ha de orquestar su reingreso controlado en la atmósfera terrestre.
Tarea dificultosa
Hacer que la Mir caiga en el océano Pacífico, a unos 1.500 ó 2.500 kilómetros de las costas de Australia requiere guiarla fuera de su órbita para garantizar que el grueso de sus escombros no se estrelle en áreas habitadas. Agencias de noticias informaron que si el control terrestre fracasaba en establecer contacto con la Mir, podría enviarse una misión de rescate para garantizar que la estación caiga, segura, en el océano. Eso podría involucrar una tripulación de rescate que integrarían los cosmonautas Salizhan Sharipov y Pavel Vinogradov, entrenándose al momento para esa tarea.
Aún antes de la actual crisis, funcionarios espaciales rusos habían prevenido que durante su reingreso, parte de los restos de la Mir podrían caer sobre tierra firme. Trozos de hasta 700 kilogramos podrían precipitarse a tierra con la potencia suficiente como para penetrar hasta dos metros de concreto reforzado, dijo en noviembre Yuri Koptev, el jefe de la agencia espacial de Rusia. La pérdida de contacto con la Mir destacó los temores de seguridad que llevaron al gobierno ruso a retirar el respaldo financiero a la estación, que hizo de Rusia un líder mundial en vuelos espaciales tripulados por largo tiempo.
Tras una serie de incidentes, entre ellos la colisión con una nave de abastecimiento, un incendio a bordo y varias fallas informáticas que dejaron a la Mir girando alocadamente en el espacio, políticos estadounidenses instaron a impedir que astronautas de Estados Unidos la abordasen.
Bajo intensas presiones de Washington, el programa espacial de Rusia, víctima de una crisis financiera, accedió a concentrar sus esfuerzos en la Estación Espacial Internacional (EEI) de 60.000 millones de dólares. La EEI es un proyecto conjunto de 16 naciones que utiliza mucha de la tecnología de la Mir. Pero el sofisticado proyecto ha sufrido, también, una serie de demoras y tropiezos desde su inicio, en 1998.
El martes, los tripulantes de la EEI, quienes han asumido las tareas de investigación espacial efectuadas antes en la Mir, completaron con éxito una complicada maniobra de acoplamiento con la nave de carga Progreso.