| | cartas Traslado inexplicable
| En estos momentos de crisis social en la que estamos sumidos la gran mayoría de los argentinos, donde reinan la deseperanza, el temor, la violencia y cuando el camino de la esperanza se ha desvanecido, nos llegó la noticia del traslado de nuestro querido párroco, padre Diego Maximino. Noticia que lastima nuestros sentimientos más profundos. Sin darnos cuenta nos preguntamos por qué cortar las alas cuando se trabaja por una comunidad tan grande como es San Casimiro. ¿Por qué dejar sin terminar proyectos en marcha donde sólo se busca un mundo con Dios? No encuentro respuesta y siento en mi corazón una profunda tristeza. Seguimos aprendiendo de él, de su amor por Cristo y por la Iglesia, tratando de ser fieles al Espíritu Santo. Lástima que no todos pensemos igual. Irene Lovaine
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