Vóley, a metros del Mundial

Pasado mañana realizarán una inspección al estadio de Newell's pensando en el torneo de 2002

El comentario sorprende, y no es para menos. Pese a su historia y a la fidelidad de su público, hasta hace unos días Rosario estaba completamente afuera del próximo Campeonato Mundial de vóley a realizarse en Argentina entre septiembre y octubre del 2002. Afortunadamente, el panorama está cambiando. Según se designó en la última visita de inspección que realizó la Federación Internacional el último 24 de noviembre, la ciudad quedó como sede alternativa para el Mundial 2002. Esto significa que, de no cumplir alguno de los escenarios previstos con los requisitos para la próxima inspección del mes de marzo del 2001, la sede de reserva tomaría su lugar. Si se tratara de un equipo, podríamos decir que Rosario es ese jugador que en el inicio dejaron afuera de la lista, y que ahora, después de mucho entrenamiento no sólo figura entre los suplentes, sino que además fue enviado a entrar en calor porque tiene posibilidades de pisar la cancha.
Sin embargo, asumir la titularidad no es tan simple. Aunque el detalle de lo que falta será especificado este viernes en una inspección, la ciudad sigue teniendo el problema que la excluyó al momento de la designación inicial, en julio de 1999: 25,50m x 40 m. El único estadio construido que podría albergar un evento de estas características es el de Newell's Old Boys, que pese a haber sido sede del Mundial del 82 y del Campeonato Juvenil del 93, no cumple hoy con las medidas requeridas por las nuevas reglamentaciones de la Fivb, adaptadas a las condiciones de la televisión y a los cambios del deporte. Más específicamente, el ancho del estadio del Parque no alcanza los 25,50 metros mínimos que se solicitan (le faltan aproximadamente 3m).
Entonces, en primer lugar sería necesario hacer una reforma edilicia que permita extender las medidas del campo de juego, remozar el predio (sanitarios, plateas, palcos, sala de prensa, iluminación, etc.), y resolver la demanda de 2 canchas de calentamiento precompetitivo y 6 vestuarios. Además de solucionar el tema estructural, lo complejo de encarar el arreglo es el financiamiento. Si bien en relación a otras sedes cómo Córdoba y Buenos Aires, en las que hay que construir los escenarios de juego desde los cimientos, la de NOB parece una reforma posible, los costos de la misma deben ser gestionados o absorbidos por la subsede local, que además se hará cargo de los gastos de alojamiento y la alimentación de las selecciones que jueguen en ella. A cambio, se le cederá a la subsede el 75 % de la recaudación de las plateas, el 100% de las populares, y un porcentaje de la venta del merchandising oficial.
Esta importante responsabilidad económica imposibilita a una institución como la Asociación de Vóleibol de Rosario asumir estas obligaciones, con la ingenua esperanza de poder esperar hasta pagar con la ganancia de las entradas la inversión, ya que no hay ninguna garantía de que esta recaudación pueda cubrir estos costos. Ni siquiera hay certeza de que, incluso logrando la sede, la selección nacional desembarque a jugar en estas tierras, hecho que sin dudas condicionaría la concurrencia del público.
En algunas de las otras sedes como Buenos Aires, Catamarca, Neuquén y Salta, el compromiso de las obras que se deben realizar fue asumido por el gobierno provincial o municipal. En otros casos, se formó una especie de sociedad mixta. En Córdoba, el estadio está siendo construido por el club Atenas, con el apoyo de la gobernación, y en la ciudad de Santa Fe, el acuerdo fue signado por Angel Malvicino, presidente del Club Unión, con el respaldo del gobernador Carlos Alberto Reutemann. Sólo con el aval de un garante de esta categoría, sea la provincia, la municipalidad, ambas, o un ente privado con capacidad financiera, el Comvol 2002 (conformado por la Federación Argentina, la Federación Internacional y ESPN) permitiría a Rosario seguir en carrera. Con este objetivo, ya fueron iniciadas las conversaciones con los organismos que pueden apuntalar el proyecto, y se contactó también a la dirigencia de NOB, que instantáneamente expresó su interés por defender la sede.
Este viernes, a las 17, el director de Competencia del Comité Organizador Nacional, Guillermo Paredes, realizará una inspección al estadio cubierto de NOB para detallar con precisión las reformas que deberán afrontarse para volverlo apto para el torneo. A partir de allí, se hará un proyecto arquitectónico y se sacará un presupuesto estimativo para tener conciencia de qué precio se debe pagar para tener el Mundial en casa.
Sin embargo, aunque se consiguieran los mecenas para arreglar el estadio, aún queda esperar a marzo para ver qué sucede con las sedes titulares, algunas de las cuales podrían tener inconvenientes en cumplir los plazos de obra acordados. Sólo de darse así, al grito de cambio juez, Rosario podría ganarse el puesto.