Unos 1.500 desocupados y jubilados festejaron la Nochebuena en la Plaza de Mayo, junto a los máximos dirigentes de la CGT disidente y de la Corriente Clasista Combativa, donde el líder de los camioneros, Hugo Moyano, pidió que Dios ilumine a los gobernantes para que mejore la situación de los argentinos. Los desocupados y jubilados se ubicaron en largas mesas instaladas frente a la Casa de Gobierno, donde comenzaron a llegar a las 20, y compartieron los alimentos que se distribuyeron gracias a donaciones, mientras se desarrolló un show con música folclórica y bailantera, en la noche de la denominada Navidad Solidaria. Moyano, acompañado por los dirigentes Julio Piumatto (judiciales) y Juan Manuel Palacios (UTA), y el sacerdote Luis Farinello, subieron a las 12 a un palco levantado en el lugar para pronunciar algunas palabras y desear felicidades a todos, en particular los más carenciados. Farinello, al hablar ante los 1500 presentes -según estimación de la Policía Federal- pidió que haya pan y trabajo en todas nuestras familias y recordó a nuestros niños de la calle. Dios, padre nuestro, que nos diste una patria tan hermosa, que le das al hombre la posibilidad de trabajar y ganarse el pan, Dios que haya trabajo y pan en todas las mesas, bendice estos alimentos en esta noche de amor y de paz, expresó. También rogó que nadie pase hambre, que sepamos compartir, porque todos somos hermanos, Dios bendiga todos estos alimentos, a todos ustedes, nuestras familias, nuestro pueblo, nuestros ancianos, nuestros trabajadores, nuestros niños de la calle. Moyano, en su breve intervención, pidió agradecerle a Dios que nos ha dado una noche en paz y hemos podido compartir nuestro pan. También pidió a Dios que ilumine a nuestros gobernantes y nos permita tomar decisiones que mejoren la situación de muchos argentinos. Pasadas las 19, ya eran unas 200 personas las que se habían arrimado alrededor de la Pirámide de Mayo con el objetivo de encontrar un lugar en las mesas dispuestas en el centro de la plaza histórica. El menú estuvo compuesto de ensaladas varias, chorizos, empanadas, pollos, carne y los tradicionales panes dulces y confites de las fiestas. En la CGT rebelde se había anunciado mucho control, con la presencia de unos 300 militantes de la CGT, para mantener la fiesta en paz, lo que finalmente logró concretarse. Moyano había anunciado que no habría ningún discurso por no tratarse de un acto político sino un mensaje para toda la sociedad. Frente a la Plaza, sobre la vereda de la Casa Rosada, los familiares de los presos por el copamiento al cuartel de La Tablada pasaban una noche más de vigilia, en reclamo de una segunda instancia judicial que revise las condenas.
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