Antes del recital de Bersuit Vergarabat, la organización del Festival por la Identidad trataba vanamente de apaciguar el ambiente adelantando que la obra teatral A propósito de la duda duraba sólo veinte minutos. El espectáculo tuvo momentos memorables y tranquilizó parcialmente a la concurrencia. El momento más impactante fue cuando uno de los actores, que salió de entre el público, se dio a conocer como un integrante de los grupos de tareas, en un monólogo que se refería a la represión, los embarazos en los centros clandestinos de detención y la apropiación de bebés. El público lo insultó, creyendo que se trataba de un auténtico represor. ¿De qué mierda tengo que arrepentirme? Si yo no maté a nadie, si yo simplemente me ocupaba del traslado de los detenidos, vociferó el actor, tras lo cual los insultos de sus compañeros sobre el escenario, que llevaban remeras de Hijos, taparon sus palabras. Como a los nazis les va a pasar: adonde vayan los iremos a buscar, coreó la multitud junto con ellos.
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