Hoy debería ser un día de definiciones en la pulseada que mantienen los dirigentes de Central con el cuerpo técnico que encabeza Edgardo Bauza y representa Darío Bombini. De acuerdo con lo convenido en la última reunión realizada el sábado, hoy podría acordarse la continuidad del Patón y compañía -que tienen un contrato de 800 mil dólares anuales-, aunque el cuadro de situación no ofrece una amplia seguridad de que así vaya a suceder. Si bien en su momento el protesorero Eduardo Liberati fue contundente a la hora de dar su proyección (sigo diciendo que Bauza es nuestro técnico, no tenemos apuro. El martes -por hoy- vamos a estar lo suficientemente cerca como para anunciar que ya está todo definido), aún existe cierta inflexibilidad entre las partes que podría complicar lo que algunos ya consideran como un mero trámite de relación contractual. La oferta de la dirigencia auriazul está bastante lejos de las pretensiones de Bauza y compañía. A ello hay que agregarle la deuda que la institución mantiene con los encargados del plantel. En este punto, la solución estaría bastante cerca ya que podría acordarse, como se anunció en su momento, que se vaya achicando con la entrega de porcentajes de las ventas de los futbolistas. La diferencia estaría en el piso del nuevo contrato, ya que los popes de la calle Mitre proponen una reducción drástica de los ingresos fijos -el déficit mensual es de 400 mil dólares- y convenir el resto de acuerdo con los objetivos logrados. Bombini defiende una posición bastante más segura para el Patón, en la que resigna parte de sus ingresos actuales, pero en un porcentaje significativamente inferior al que pretenden Vesco y la mayoría de los principales dirigentes de la mesa directiva canalla. En porcentajes, mientras Central pretende reducir el conchabo en un 50 por ciento, el director técnico sólo acepta -hasta ahora- que el ajuste influya en la quinta parte de su arreglo anterior. Así las cosas, la resolución no parece tan sencilla como sugiere Liberati, el más enconado defensor de la continuidad del entrenador entre los dirigentes auriazules.
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