Familiares de un chico de 14 años que fue muerto por un policía tras un robo en barrio Ludueña norte señalaron ayer que el menor resultó víctima de un fusilamiento y que se encontraba desarmado al ser baleado por el agente. A la vez, anunciaron que el próximo lunes se realizará una marcha en la plaza Mármol, donde el joven fue baleado.
El chico, Horacio Daniel Fernández, falleció el 30 de noviembre pasado, luego de protagonizar un robo a una zapatería ubicada en Larrea y Junín. Al escapar del lugar, con otro joven que hasta el momento no fue identificado, el menor fue muerto a balazos por un policía de civil que se encontraba apostado en la esquina del negocio.
Indefenso
Según la versión policial, Fernández estaba armado, atacó al policía y murió en un enfrentamiento. Familiares y amigos del menor sostienen la versión opuesta: desgraciadamente se vuelve a dar el caso de un fusilamiento atroz, con el agravante de que era chico de 14 años, que estaba totalmente indefenso, dijo el abogado patrocinante, Norberto Olivares.
Horacio era una persona que podía haber sido detenida y que en todo caso merecía recibir el debido proceso y ser condenada, pero no el fusilamiento. El asesinato no es la forma de resolver el problema de la delincuencia, agregó Olivares.
El abogado sostuvo que existen contradicciones en el relato de la persona que da muerte al chico, el sargento Abel Angel Huerta, de la Brigada de Orden Urbano, y el relato de un presunto testigo que dice ser amigo del policía, Omar Puyó. En su declaración, Huerta dice que está accidentalmente en el lugar, lo que es falso, porque varios vecinos dieron cuenta que se encontraba habitualmente en el lugar haciendo tareas custodias por encargo de comerciantes de la zona.
Según la autopsia, Horacio Daniel Fernández recibió tres disparos de bala: dos de ellos fueron efectuados desde atrás y lo hirieron en las piernas; el tercero se realizó de frente, ingresó por el pecho y salió por el brazo derecho.
De acuerdo a los familiares, el menor cayó al suelo tras ser herido en las piernas y luego fue rematado en el piso. Un chico vecino nos dijo que mi nene pidió que no lo mataran y que después de tirarle el policía le puso un arma, a la que antes limpió con un pañuelo, dijo Alberto Daniel Fernández, padre de Horacio.
El mismo testigo dice que mi pibe corría rengo después de haber sido herido por primera vez y después el policía lo hizo caer con otro disparo.
Nosotros peleábamos por tenerlo en casa, por sacarlo de las malas juntas -agregó el hombre-. Yo estoy sin trabajo, tenía nueve hijos y a veces Horacio me pedía cosas que no podía darle, como zapatillas de marca.
Sin embargo, él era un pibe trabajador, hacía changas con un carro y se las rebuscaba siempre. Queríamos que trabajara con un pariente y ese día en que lo mataron para nosotros había salido a hacer una changa con un albañil.
Alberto Fernández señaló que el suboficial de Orden Urbano después de tirarle a mi hijo, lo pateó y lo tiró a una zanja. No sé si Horacio se podría haber salvado, pero por lo menos hubieran llamado rápido a una ambulancia.
En busca de testigos
Al respecto, el abogado Olivares consignó que la ambulancia tardó una hora en llegar al lugar de los hechos. El letrado adelantó que nos vamos a presentar a la fiscalía de turno para tratar de confrontar la hipótesis de fusilamiento con los datos que surgen del material incorporado al expediente. Aquí, por lo menos, no queda nada claro que haya existido un enfrentamiento.
El abogado pedirá además que los testigos puedan tener un aval desde la Justicia como para presentarse sin temores y contribuir a la verdad.
Por su parte, Ramona Jerez y María Romero, madre y tía de Horacio respectivamente, señalaron que el lunes se hará un acto en la plaza José Mármol en memoria de Horacio Daniel Fernández, que ese día habría cumplido 15 años.
El acto se realizará a partir de las 18, para que a ningún otro chico le pase lo que le pasó a Horacio, según dijo Ramona Jerez.