Año CXXXIV
 Nº 48.978
Rosario,
domingo  24 de
diciembre de 2000
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Mató a un joven y quiso culpar a un testigo que lo vio hacerlo
El crimen ocurrió en agosto de 1999. Ahora un juez lo condenó a 12 años de prisión por homicidio simple

JORGE SALUM
La Capital
Iban a ser las 12 de la noche cuando Juan Carlos Reynoso recibió un balazo que le atravesó el cráneo y lo sumergió en una corta agonía. Murió al rato, antes de llegar al hospital. Tenía 17 años.
Eran como las diez de la mañana del viernes cuando Miguel Angel Merlo llegó al juzgado de Sentencia Nº 4. Allí supo que lo habían condenado a una larga temporada en prisión. El tiene 37.
Según las pruebas reunidas en el juicio que acaban de hacerle, Merlo es quien asesinó a sangre fría a Reynoso una fría noche de agosto de 1999. El juez Julio Kesuani lo declaró culpable de homicidio y lo sentenció a 12 años de prisión.
Merlo la sacó barata: para el juez que investigó el crimen (Jorge Eldo Juárez, de Instrucción Nº 4), fue autor de un homicidio calificado por alevosía, porque disparó contra la víctima a corta distancia, desde atrás y sin que Reynoso pudiera defenderse. Kesuani, en cambio, lo consideró un homicidio simple. La diferencia está en la pena, que en el primer caso hubiera arañado los 20 años de prisión.
El crimen ocurrió a las 23.45 del 2 de agosto de 1999, en el Pasaje Antonelli entre Riobamba y La Paz. Merlo y Reynoso mantuvieron allí una breve discusión, que terminó abruptamente cuando el primero le descerrajó a su contrincante un disparo mortal.

Una jugada que salió mal
El asesinato ocurrió delante de varios testigos. Es más: Merlo no estaba solo ya que en ese momento lo acompañaba su mujer, quien a su vez tenía en brazos al pequeño hijo de la pareja, de ocho meses.\Otras personas, que vivían en una pensión de la cuadra, vieron cómo ocurrió todo. Y dos de esos testimonios resultaron clave para culpar al homicida.\Los dos testigos dijeron lo mismo: que hubo una discusión y que Merlo la zanjó disparando un arma contra la víctima. El acusado y su mujer, en cambio, dijeron otra cosa: que él era inocente y que el verdadero asesino era uno de los testigos que lo culpaban.\Esta diferencia obligó a reconstruir el hecho. Y esa prueba terminó demostrando que Merlo fue el asesino. Los peritos criminólogos fueron categóricos: si todo hubiese sucedido como declaró el acusado, Reynoso no hubiera recibido un disparo desde atrás sino por el frente. En cambio, la reconstrucción le dio coherencia al relato de los testigos, incluso al de aquel a quien el homicida quiso endilgarle el asesinato.\El móvil del crimen, en tanto, nunca estuvo claro.\Merlo es una persona con antecedentes. En abril fue condenado a cinco años de prisión por robo calificado y declarado reincidente, lo que equivale a decir que ya tenía una condena anterior.


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