Año CXXXIV
 Nº 48977
Rosario,
sábado  23 de
diciembre de 2000
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Ascendió a 344 la cifra de muertos tras tres meses de violencia incontenible en Medio Oriente
Ataque suicida en un asentamiento judío
El extremista palestino detonó los explosivos que llevaba en su cuerpo en un restaurante colmado de soldados. Tres israelíes heridos

Jerusalén. - Un atacante suicida palestino irrumpió ayer en un restaurante repleto de soldados israelíes en el asentamiento judío de Mehola, en Cisjordania, e hizo detonar una carga de explosivos que llevaba sobre el cuerpo. Tres soldados resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, informaron la policía y fuentes hospitalarias. En tanto, tres palestinos perecieron en enfrentamientos en Cisjordania y la Franja de Gaza. Uno de los muertos fue herido de bala por los soldados cuando trató de acuchillar a un israelí. La otra víctima, al parecer, fue herido accidentalmente por francotiradores palestinos que abrieron fuego contra un asentamiento judío. Las más recientes muertes elevan la cifra total a 344 tras tres meses de violencia. La gran mayoría de los muertos son palestinos.
Hasta ahora, nadie se atribuyó la responsabilidad del atentado en la aldea de Mehola, pero en los tres meses de violencia reciente se han suscitado varios ataques perpetrados con víctimas mortales por parte de palestinos contra blancos israelíes. Tropas israelíes patrullaban la zona. El jefe del servicio de ambulancias de la población Yossi Goren dijo que un terrorista entró en el restaurante y se voló a sí mismo con una carga de explosivos. Mehola está unos 70 kilómetros al noreste de Jerusalén, en un área aislada del valle del Jordán. El presunto extremista palestino se sentó cerca de tres israelíes que se encontraban en la terraza de un restaurante del asentamiento y activó una bomba adosada a su cuerpo, explicó Radio Israel. El palestino murió y los tres israelíes resultaron gravemente heridos.
Los testigos dijeron a la policía que el atacante, un palestino, tenía puestos los explosivos sobre su cuerpo. El terrorista se voló a sí mismo con la carga de explosivos que llevaba encima, dijo el vocero de la policía Rafi Yaffe. Hay miembros tirados por el suelo, pero no podría decir si pertenecen a uno, dos o más cuerpos, dijo Miller a la radio israelí. Hace dos años, en ese mismo lugar otro palestino también cometió un atentado suicida.
Por otra parte, en la Franja de Gaza, un palestino que trabajaba como obrero en un asentamiento judío murió, informó la radio Israel. El ejército dijo que palestinos dispararon contra posiciones del ejército en Netzarim, y mataron al palestino, quien trabajaba en un invernadero. Los soldados repelieron el ataque, según fuentes militares. También un palestino de 17 años murió cerca de Hebrón, en Cisjordania.

Batalla con piedras
Numerosos choques se sucedieron también en el casco antiguo de Jerusalén. Fieles palestinos que se retiraban de la Ciudad Vieja amurallada en el día más importante de oración del mes santo musulmán de Ramadán, volvieron a enfrascarse en una batalla con piedras. Por lo menos un palestino resultó herido y otro fue arrestado. La policía y el ejército intensificaron las medidas de seguridad en el último día de Ramadán. Más de 3.000 policías y soldados patrullaron la zona oriental de Jerusalén, tradicionalmente árabe. La policía evacuó brevemente la Muralla Occidental después de los ataques con piedras contra fieles judíos que bajaban del complejo de santuarios del Monte del Templo o Al Aqsa. Unos 30.000 creyentes se habían reunido al mediodía en la explanada ante la mezquita de Al Aqsa. Al igual que en las pasadas semanas, sólo se permitió la entrada a los mayores de 45 años. La policía denegó, junto con la Waqf, la organización musulmana encargada de administrar los lugares sagrados como el Monte del Templo (Al Haram al Sharif), la entrada al recinto a cientos de jóvenes musulmanes.
En tanto, decenas de miles de seguidores de la milicia libanesa proiraní Hezbolá celebraron ayer el Día de Jerusalén en las calles de los suburbios sureños de Beirut, mayoritariamente chiítas, y pidieron la desaparición de Israel y la liberación de la sagrada tierra musulmana de Palestina.
El secretario general de Hezbolá, jeque Hassan Nasrallah, describió a Israel como una glándula cancerígena que debería ser extirpada. Vamos a continuar nuestra lucha hasta que liberemos nuestra tierra en Shebaa, los Altos del Golán y Palestina, y liberemos a todos los prisioneros, dijo Nasrallah. El líder de Hezbolá hacía referencia a las granjas de Shebaa, territorio que Líbano considera suyo, por lo que exige que Israel se retire del mismo, mientras que este país insiste en que se trata de una zona siria, por lo que su destino debería ser decidido en futuras conversaciones de paz con Siria.
El Día de Jerusalén se celebra tradicionalmente en Líbano e Irán el último viernes del mes de Ramadán, que acabará el próximo miércoles.



Un soldado israelí examina al kamikaze palestino.
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