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La agonía de un perro siberiano

A continuación paso a relatarles un episodio que me tocó vivir el sábado 2 de diciembre de este año, a las 18 horas aproximadamente. Mientras me encontraba a unos 30 metros al sur del restaurante Señor arenero (al lado de Mordisco) escucho unos disparos y al mirar hacia el sitio de donde provenía el sonido, observo en el límite sur del restaurante antes citado un revuelo de gente, algunos policías y algo que se revolcaba en la arena. Al acercarme al lugar observo un perro del tipo siberiano, tirado en el piso, ensangrentado, pero aún vivo y seguramente sufriendo demasiado. La gente presente en el lugar, indignada, increpaba a los 3 ó 4 agentes de la policía que estaban en el sitio y les pedía que dieran al animal el tiro final para que deje de sufrir. Murió unos 45 minutos después. A unos 5 metros del animal, personal médico atendía a una persona que tenía una herida en una mano. Las personas a las que consulté no habían presenciado el origen de los acontecimientos, pero me gustaría que podamos saber cómo fue realmente el episodio. La situación me hizo acordar aquello que dijera Albert Schweitzer: No se si un animal es capaz de razonar o no, pero si se que es capaz de sufrir, por eso lo considero mi semejante.
Andrés Torres